Marbella se suma al modelo de las ciudades de 15 minutos

José María Morente, responsable del equipo redactor del documento urbanístico, hace especial hincapié en esta idea que vertebradora para lo que es necesario una ciudad «más compacta» sin perder la actual fórmula de «ciudad jardín». Según recoge el documento modelo de ciudad incluido en el PGOM, se trata convertir el concepto de muncipio-ciudad en el de una suma de barrios-ciudad. Barrios en los que los vecinos puedan «encontrar aquello que necesiten en su día a día caminando», precisa.

Una ciudad que pasaría de tener dos centros, el de San Pedro y el de Marbella a ser policéntrica y recoge como oportunidades las zonas de Valle del Sol, Holandalucía, Nueva Alcántara, el entorno del Arroyo de la Represa, Los Molineros y La Ermita-Bello Horizonte.

También incluye la necesidad de mejorar las conexiones entre las urbanizaciones, con la creación de nuevas vías y la potenciación de carriles bici y peatonales, así como de evitar las brechas urbanas que dividen la ciudad, fundamentalmente la autovía A-7 y su variante.

Alejandro Criado, presidente de la Fundación Fydu, dedicada a la difusión del urbanismo a través de la organización de cursos, explica que los profesionales tendrán que trabajar en la compatibilidad de usos». «Cuando un cliente acuda con la idea de abrir una clínica, por ejemplo, no habrá por qué buscar una ubicación necesariamente en el centro de Marbella, sino que podrá hacerse en una urbanización», comenta. «Hay que hacer ciudad por todo el término municipal», subraya.

En este sentido, valora que «el urbanismo va hacia la ciudad consolidada con lo que se irán llenando los grandes vacíos urbanos que existen en la actualidad». Entre esos vacíos, enumera algunos como la zona de Guadaiza, el Ancón Sierra, la zona de Marbella Club o el área que separa el núcleo urbano de Marbella de la urbanización de Bello Horizonte por debajo de la autovía. «Se trata de compatibilizar los usos par n o tener que ir para todo al centro de la ciudad», concluye.

En este sentido, el PGOM recoge una serie de directrices para una ciudad más sostenible que incluye la mejora de la movilidad así como convertir los espacios monofuncionales en áreas de usos mixtos, es decir donde convivan los usos residencial con el comercial y de ocio.