Pacaso, la agencia especializada en la multipropiedad de villas de lujo, empieza en Málaga su expansión internacional

Pacaso desembarca en la Costa del Sol procedente de Silicon Valley y precedida por una carrera empresarial meteórica. Nacida el año pasado, en apenas cinco meses alcanzó la categoría de 'unicornio' (nombre con el que se conoce a las empresas valoradas en más de mil millones de dólares), ya que su valoración actual está fijada en 1.500 millones de dólares, unos 1.300 millones de euros. «Actualmente, Pacaso opera en más de 30 de los principales destinos de segunda vivienda en EE. UU., y ahora en España. A lo largo de este próximo año planea expandirse a más zonas de nuestro país, así como en el Reino Unido», lanzan los responsables de la compañía en el comunicado remitido ese miércoles.

Explican los portavoces de la compañía que Pacaso se pronuncia igual que 'Picasso' y acto seguido detallan por qué han elegido el lugar de origen del genio malagueño para su crecimiento internacional: «Tras exhaustivas investigaciones, Pacaso concluyó que España cuenta con importantes destinos de segunda vivienda de lujo. El clima, la calidad de vida, la calidez de su gente, así como la existencia de un gran número de exclusivas viviendas en destinos vacacionales, son motivos de peso para que Pacaso haya elegido España para iniciar su expansión internacional».

Motivos que han llevado a Pacaso a fijar la cabeza de puente de su desembarco internacional en Málaga. Llega la compañía a la Costa del Sol después de una ronda de financiación en la que ha logrado levantar 125 millones de dólares de la mano de SoftBank. «Pacaso permite al comprador ser propietario de una vivienda de lujo por un importe muy inferior al precio medio de cualquier propiedad exclusiva en los mercados en los que opera», sostienen sus promotores, antes de detallar cómo desarrolla su modelo de multipropiedad de alto 'standing'.

«Una vez que los potenciales compradores se deciden a adquirir la copropiedad de una determinada vivienda Pacaso, se consolida la unidad de copropiedad de la casa comprada, pudiendo los adquirentes hacerse con la cantidad de la propiedad que satisfaga sus necesidades, siendo la mínima parte de un octavo. Es decir, cada vivienda cuenta con un máximo de ocho propietarios», detallan.

«Una vez conformada la copropiedad -siguen- de una de las exclusivas viviendas, Pacaso crea una Sociedad Limitada (SL) para cada una de ellas. Así, cada SL está participada por los nuevos copropietarios y es el marco legal y gestor de la copropiedad. A través de ella se pagan los correspondientes impuestos, y se gestiona el mantenimiento de los servicios de la casa, cuya responsabilidad recae en Pacaso de forma continuada. En calidad de accionistas de la SL, los copropietarios dividen los gastos entre las ocho acciones. Una vez que todas las acciones de la vivienda han sido vendidas a los nuevos copropietarios, Pacaso no retiene ningún derecho sobre la propiedad de la casa».

Pacaso fija sus honorarios en el 12% de la operación, además de una minuta mensual de 199 euros. «Esta tarifa incluye un servicio de conserjería, que incluye servicios 'premium' como reservas en restaurantes, y otras actividades de ocio como organización de cenas privadas, e incluso un servicio de compra en supermercado, entre otros», apostillan los portavoces de la compañía. Además, desde Pacaso defienden que su modelo de negocio permite «un uso más eficiente de las segundas viviendas durante todo el año», también en temporada baja turística.

«De este modo, se contribuye a que empresas locales tales como restaurantes, clubes de playa, o centros culturales, entre otros, mantengan la actividad durante períodos no vacacionales. La experiencia de Pacaso en los Estados Unidos es que las segundas viviendas a menudo permanecen vacías durante alrededor de 10-11 meses al año, perjudicando seriamente la economía local. El modelo de Pacaso contribuye a resolver este problema en los destinos donde opera: sus viviendas tienen una tasa de utilización del 90%», sostienen.

Al hilo de la llegada de la compañía a España a través de Málaga, el presidente de Pacaso Global, Razor Suleman, aporta: «Cada propiedad de Pacaso se vende completamente amueblada con un diseño de interiores profesional, y con Pacaso como administrador de la propiedad. Los propietarios sólo tienen que preocuparse por presentarse y disfrutar de su nueva casa de vacaciones». En esta línea, el director ejecutivo de Pacaso, Austin Allison, se muestra «encantado» de que España sea la pasarela de la compañía para su llegada a Europa.