José Luis Prada, presidente de la asociación de Marbella Avance Positivo: «El acompañamiento y el apoyo son prioritarios en el VIH»

–¿Por qué han decidido constituir esta nueva asociación para atender a los pacientes de VIH?

–Tras la desaparición de Concordia queda un vacío que es necesario llenar porque hay una serie de necesidades específicas con determinados pacientes y sobre ciertas funciones como la detección precoz o la formación de los jóvenes en materia de prevención.

–¿Cómo nace la asociación?

–En mi caso, soy médico de medicina interna de la unidad de atención a las personas que viven con el VIH desde el año 1996 en el Hospital Costa del Sol y vi nacer y desarrollarse Concordia. Conocía perfectamente lo que aportaban al colectivo de pacientes y a nosotros mismos en nuestra labor diaria sanitaria. Por eso empezamos a movernos para hacer la entidad.

–¿Había demanda de los usuarios?

–Efectivamente, había demanda de los usuarios, pero más importante que la que se ve y se pide es la necesidad que no se ve. Es decir, las que no llegan porque el paciente que la asociación se encargaba de traer o de cuidar porque tenía una serie de limitaciones, a ese lo hemos dejado de ver. Hay una serie de pacientes que como no estén ayudados por la asociación, pierden la asistencia porque son personas con situaciones muy comprometidas que no pueden acudir al hospital. Necesitan de esta asociación para poder seguir con su tratamiento adelante.

–¿Con cuántos usuarios trabajan?

–La diana de la asociación son todos los pacientes que viven con VIH en esta zona hospitalaria que son en torno a 1060 y 1080, pero no todos tienen el mismo nivel de necesidad. Muchos van a necesitar el apoyo psicológico, que es un servicio que queremos potenciar en esta nueva andadura. Y luego, hay entre 30 y 50 pacientes que sí necesitan de una asistencia continua de los voluntarios.

–¿Cuáles son los servicios que ofrecen?

–La cartera de servicios puede ser muy amplia porque la colaboración con el sistema público tanto en el área sanitaria como en la social se puede ir ampliando según las necesidades y los requerimientos que surja. En cualquier caso, queremos desarrollar cuatro áreas de actuación: el acompañamiento a los pacientes con más dificultades socioeconómicas, la educación para la salud y la prevención en colegios e institutos; el diagnóstico precoz, fundamental para detectar el VIH oculto, responsable de casi dos tercios de los nuevos contagios; y el apoyo psicológico con la presencia de un profesional con experiencia para la adaptación a esa nueva situación tras conocer que tiene VIH.

–¿Cómo es el perfil de las personas con VIH? ¿Ha cambiado?

–Sí, ha cambiado mucho por un fenómeno básico: al mejorar el pronóstico, los pacientes siguen con nosotros y se ha producido un envejecimiento del grupo de afectados y eso nos ha traído otro tipo de problemas añadido porque no solo tenemos que bregar con la infección del VIH sino que presentan también hipertensión o diabetes. Nosotros, que además de infectólogos somos internistas, tenemos que tratarlos. Por otro lado, lo pacientes que se incorporan. En las dos primeras décadas, años 80 y 90, era fundamentalmente por compartir jeringuillas en el consumo de drogas. Ahora, el VIH es, básicamente, una enfermedad de transmisión sexual (ETS). El 99 por ciento de los nuevos casos es por transmisión sexual.

–Los jóvenes, ¿son conscientes de esto?

–No, de ahí la importancia que damos a la formación a los chicos. Hay que dar una sexualidad con cabeza, con sentido. Algo tan básico como el uso de un preservativo te puede evitar muchos problemas. La última campaña de concienciación efectiva que se hizo fue la del 'Póntelo, pónselo', de ¡hace 30 años!.

–¿Dónde están ubicados?

–El Ayuntamiento de Marbella ha tenido una rápida respuesta y nos ha cedido un local en la calle Marqués del Duero de San Pedro Alcántara, en el numero 61, en la primera planta.