Dani García: «De repente hay que pararlo todo, pero tengo la oportunidad de estar cada día con mis hijas»
Sorprendido por el estado de alarma en plena mudanza, el cocinero marbellí aprovecha para compartir en Instagram recetas que graba en familia
Hacía tiempo que Dani García no pasaba tantos días consecutivos en Marbella. Y menos aún en casa. «Es una situación extraña para mí», asegura el ... cocinero marbellí, que, de no ser por la crisis del coronavirus, estaría ahora en su nuevo BiBo Doha (ya cerrado también por la alerta mundial). Después de eso vendría Estados Unidos y la apertura de Leña en lo que fuera su restaurante tres estrellas Michelin del hotel Puente Romano. Lo cerraba precisamente el pasado mes de noviembre, despidiéndose así de la alta cocina para emprender un ambicioso plan de expansión internacional al que ahora tiene que dar al 'pause'. El pasado viernes, adelantándose al decreto oficial, echaba el cierre a sus establecimientos de Madrid (BiBo y Lobito de Mar). Un día después hacía lo mismo en Marbella. «Estaba en un momento muy dulce y de repente me encuentro que hay que paralizar todo. Nadie está preparado para algo así, es todo tan surrealista, como de película», comenta Dani García incrédulo y algo escéptico sobre el futuro, aunque quiere ser optimista. No le queda otra. «Por mi gente especialmente», incide una y otra vez al otro lado del teléfono acordándose de su equipo mientras se habitúa a su nueva casa.
El estado de alarma le ha sorprendido en plena mudanza. Suerte que es cocinero… y previsor. Casualidades de la vida, justo había hecho una gran compra unos días antes. Quería estrenar la generosa despensa. Y bien que lo ha hecho. Tiene material de sobra para cocinar. Lo está haciendo para sus seguidores de Instagram. Desde que empezó el confinamiento, comparte una receta cada día a través de vídeos que graba junto a sus hijas, Laura y Aurora, que volvía el viernes de Londres, donde estudia, ante la preocupación generada. Ellas le acompañan en este encierro forzoso que aprovecha precisamente para organizar y ordenar los nuevos espacios. Y para escuchar música, otra de sus pasiones. Y para ponerse al día de series y películas, por ejemplo, la más oscarizada de este año: «He podido ver 'Parásitos' de un tirón y no por tramos, como me pasa a veces con otras películas». ¿Y deporte? «Mi ejercicio diario será cocinar», comenta entre risas este inquieto marbellí que hasta se ha cortado el pelo él mismo en estos primeros días de confinamiento.
«Estoy intentando pasar el tiempo haciendo cosas que echo de menos cuando estoy fuera, sobre todo estar con mis hijas. Cambia todo tanto de la noche a la mañana... De repente hay que pararlo todo, pero tengo la oportunidad de estar con ellas cada día, los tres juntos», reconoce el que fuera tres estrellas Michelin, tratando de evitar estos días el empacho de información. «Me gusta estar informado, lo hago habitualmente, por supuesto ahora también, pero estos días intento hacerlo con moderación y dedicarle el tiempo justo para evitar la saturación y los bulos, que hay muchos también. Ahora sólo pienso en el futuro, sé que hasta que no bajen los números no se irá el miedo y que cuando esto acabe todos tendremos que apretarnos el cinturón, pero tengo esperanza». Suena reflexivo. Lo es Dani García. Y creativo. Mucho. Imagínense encerrado en casa. «Me estoy acordando de La Trinchera Infinita', lo que tuvo que ser aquello...», apunta entre sus múltiples reflexiones. También es cauto. De momento, echa el freno en Leña, su inminente nueva marca de steak house que preveía inaugurar en abril. En plenas pruebas andaba antes de la cuarentena. En su equipo le animan a organizarse de alguna forma para poder seguir adelante. Él opta por esperar para replantear agendas y trabajo. «No sabemos lo que va a durar esto, pero hay que ser positivo porque queda mucho bueno por llegar».
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