«Me llamaban todos los días porque no podían con el niño»

Ante esta situación buscó por su cuenta una posible solución: «Intenté que viniera su logopeda». «El profesional del gabinete al que va mi hijo suele a ir a otros centros educativos por lo que entendí que no habría ningún problema», detalla.

De hecho, su propuesta pasaba por pagar ella la ayuda: «Yo le pagaba ese día que hiciera falta y él ayudaba a mi hijo. Como él lo entendía, podría observar lo que fallaba y plantear la solución». Sin embargo, se encontró con un escollo ya que desde el colegio le indicaron que no podía entrar nadie de fuera «por motivos de privacidad».

Para Dolores fue un jarro de agua fría. «No me parece bien cada vez que se hace una fiesta en el cole o cualquier tipo de actividad pueda venir gente de fuera y no pudiera entrar un especialista», ha dicho decepcionada ya que siempre permanece atenta a las necesidades de su pequeño y colabora cada vez que se lo solicitan desde el centro. «Todo lo que me piden, yo lo hago», ha reconocido. «Me han pedido si podía venir Autismo de Málaga y han venido, estoy abierta a todo lo que se pueda hacer y que sea un bien para mi hijo», ha subrayado. «Creo que ahí tenían que haber cedido un poquito dejando a entrar a un especialista que habría ayudado a la adaptación de mi hijo. Para él habría sido mucho mejor porque estuvimos todo el primer trimestre así», ha lamentado.