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Iván Gelibter
Miércoles, 10 de septiembre 2014, 01:10
Elisa Montoya tan solo lleva unas pocas semanas en Philadelphia, en Estados Unidos, pero ya es capaz de palpar las diferencias, empezando por el tipo de vida que lleva ahora. «He venido para estudiar un máster de interpretación musical, especializado en el clarinete. La universidad en la que estudio se llama Boyer College of Music and Dance, y pertenece a la Universidad de Temple». Allí no es una simple alumna, sino que es la única estudiante de este año en primero de clarinete. Elisa mandó una grabación y fue la única escogida de varios centenares de solicitudes, convirtiéndose en una alhaurina «afortunada». «Los estudios aquí son bastante caros, yo he podido venirme porque la universidad aparte de aceptarme me ha dado una beca, si no no habría podido venirme».
Aunque pasa la mayor parte del día en la facultad, Elisa explica que es una estudiante «off campus», es decir, que vive fuera del campus universitario. «Resido con otros músicos también (trombonista, violonchelista y una cantante)». En el tiempo que lleva allí ha estado muy ocupada «rellenando millones de papeles y atendiendo a varias reuniones preparatorias», pero una vez empiece el curso no solo tendrá 11 horas de clase a la semana, sino que los sábados tendrá que dar unas clases a adolescentes que se imparten a la universidad, pero este es un reto que le gusta, ya que además muchos de estos jóvenes proceden «de familias conflictivas».
Respecto a las cuestiones económicas, Elisa ya se ha dado cuenta de que, excepto la tecnología, todo es más caro que en España. La primera vez que fue a un supermercado lo que más le sorprendió fue el precio de los embutidos, y reconoce que «para comprar cinco productos» está más de una hora. «Aquí todo es muy diferente».
Sin fecha de vuelta
Aunque el máster tiene una duración de dos años, a Elisa le gustaría quedarse en Estados Unidos y encontrar un trabajo y tocar en una orquesta. «En España la cosa está bastante parada». La razón principal que afecta a la música, afirma esta alhaurina de 27 años, es que la gente no se toma esta disciplina como algo serio. «Aún me preguntan allí que si he estudiado algo más aparte de música, como si 14 años de formación no sirvieran para nada». La ausencia de gente en teatros y óperas en nuestro país, otro problema. «Eso es debido a la incultura que hay con respecto al tema. Es un poco penoso y repercute en la sociedad», asegura.
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