La Tetería de San Agustín se verá obligada a cerrar a final de año
El cambio de propietario del edificio y el fin del contrato empujan al establecimiento a buscar un nuevo local, pero el elevado precio de los alquileres supone un freno
El próximo mes de diciembre cumplirá 32 años en la calle San Agustín. Y ese mismo mes de diciembre tendrá que despedirse. La Tetería se verá obligada a cerrar y marcharse de su habitual emplazamiento, a unos pasos del Museo Picasso. Un nuevo propietario ha adquirido el edificio y tiene previsto instalar su propio negocio en ese local ya que el 31 de diciembre acaba el contrato por diez años que La Tetería tenía firmado con los anteriores propietarios, un fondo de inversión al que ahora una familia extranjera ha comprado el inmueble.
Alejandro Camacho, fundador y responsable de La Tetería junto a su socio Dirk, llevaba ya tiempo dándole vueltas a alternativas de futuro ante la posibilidad de que algún día llegara el momento de marcharse. El contrato tenía fecha de caducidad. La opción de no renovar existía. Y parece que se aproxima finalmente.
Ante esto, el malagueño ha empezado a tirar de varios ases que guardaba bajo la manga. El primero, trasladarse a otro espacio del Centro. Primer intento fallido: «He estado mirando locales, pero sólo el traspaso ya es carísimo. Los precios de los alquileres sólo son asequibles para las franquicias y las grandes empresas», lamenta el responsable de La Tetería, que, una vez descartada esa idea, fue a por un plan b: intentar negociar con algún empresario hostelero la venta del negocio para que no se perdiera el nombre.
Vender la marca
«Me gustaría que tuviera continuidad así que traté de que alguien se quedara con la marca, incluso me reuní con algún empresario, pero me decían que las cafeterías no son rentables», recuerda perplejo dada la proliferación de este tipo de establecimientos en el Centro. Segundo cartucho quemado.
Otro era mudarse a un barrio. «También lo he pensado pero, sinceramente, después de darle muchas vueltas no lo veo viable. Siempre hemos estado en una calle céntrica, en un sitio de paso, y fuera de aquí no creo que funcione igual. La gente se desplaza a un barrio a comer, pero no a tomar un té», sentencia con cierta impotencia Alejandro Camacho.



Incluso pensó en llevar La Tetería a Los Montes: «Por experiencia propia sé que son muchas las personas que se desplazan hasta allí con la bici o para dar un paseo y hacer senderismo, por eso me vino a la cabeza esa idea romántica de establecernos allí, en una antigua venta, como un sitio en el que relajarte y disfrutar de un café, un té o un zumo alejado del ruido, pero no terminaba de convencernos porque no sería algo estable durante todo el año».
Pese a tener asumido el cierre, en el fondo le queda un pequeño hilo de esperanza de seguir adelante y que a lo largo de estos seis meses el nuevo propietario pueda cambiar de planes –ayer mismo le emplazó a una reunión a finales de semana– o que aparezca alguien dispuesto a mantener el nombre de La Tetería en otra ubicación, o al menos, apoyarle económicamente para hacerlo él mismo. Le preocupan las 18 personas que forman el equipo, «algunos desde hace más de veinte años».
Trasladarse fuera del Centro no lo ven viable: «La gente se desplaza a un barrio para comer, pero no para tomar un té»
«Somos ya una familia», reconoce el fundador de La Tetería, como él mismo define, «una cafetería europea especializada en tés» que fue pionera en Málaga. Un establecimiento que han ido «creando poco a poco», eso es lo que, a juicio de Alejandro Camacho, le ha dado la personalidad con la que han superado ya las tres décadas de vida como punto de encuentro de muchos malagueños, como recordaba SUR hace un año.
De momento, aún se puede ir a disfrutar de su autenticidad y su carta casera, desde desayunar o merendar con alguna de sus diferentes tartas (en torno a la quincena), hasta elegir entre sus más de 150 tipos de tés, probar sus zumos y batidos, sus cervezas artesanales, su bollería, sus crepes e incluso esos dulces árabes para los que siempre hay hueco en el mostrador. Será hasta el 31 de diciembre. O no. La Tetería no pierde la esperanza de sobrevivir a 2025. Aunque sea fuera de San Agustín. Eso sí, si finalmente se confirma la mala noticia, Alejandro Camacho tiene claro que echará el cierre como abrió: con una fiesta.
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