Asador Ovidio en Málaga, un rincón para carnívoros junto a calle Larios

Ovidio tiene alma de asador, y las intenciones las muestra a las claras con una impresionante cámara de carnes donde se ofrecen hasta 15 cortes diferentes de vacuno de razas seleccionadas con distintos puntos de maduración: solomillos y entrecots de ternera IGP de la Sierra de Guadarrama, de añojo retinto o de vaca gallega. Entrecots y chuletones de black angus o de rubia gallega, el producto estrella de la casa, de la firma Discarlux, con 45 y hasta con 100 días de maduración, y chuletón de fleckvieh simmental de 60 días de maduración. Hay para todos los gustos, pero para quien busca carnes de otra naturaleza también ofrecen chuletitas de cordero y presa ibérica, todo asado a la parrilla, santo y seña de la casa. Y en sugerencias, también pescados del día.

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Antes de lo más serio, hay entrantes clásicos con un punto de la casa que merece la pena probar, entre ellos la morcilla de Burgos con huevo de codorniz y ganache de foie, un clásico servido en un contundente taco; el pulpo a la parrilla de leña con alioli de soja, tomate dulce y wasabi, muy tierno y sabroso, o el tartar de vaca rubia gallega con salsa bearnesa, chicharrón frito y minipan bao. Una cocina ambiciosa que contrasta con la guarnición de la carne, que merece una puesta al día. La sala, dirigida por Christian Postigo, es diligente, profesional y amable, y los maridajes de uno de los grandes sumilleres de la provincia siempre logran sorprender.