Una nueva vida para una histórica discoteca de Málaga

El grupo malagueño Antojo va a resucitar la histórica discoteca Max. El antiguo establecimiento, lugar de encuentro de la movida malagueña de los años 80, volverá a abrir sus puertas aunque con un novedoso concepto de sala polivalente donde lo mismo se puede tomar una tapas, asistir a un concierto en directo o disfrutar de un espectáculo flamenco.

El nuevo establecimiento abrirá antes de que acabe el mes de mayo en la calle San Lorenzo, 25, en un local de 550 metros cuadrados ubicado entre Gin Corner y Tardeo Soho. Se llamará Antojo Puro Soho y su apertura permitirá la contratación de unas 30 personas. Para la puesta en marcha del proyecto, los empresarios han invertido casi un millón de euros.

Al frente del negocio se encuentran Fernando Salcedo, Alberto Rossell, Yahvé Serrano, Salvador Criado, Ignacio Simó y Salvador Ávila, seis de los socios fundadores de Copenhague, uno de los bares de moda del Centro especializado en música indie, que prometen unir cultura y ocio en un espacio con muchas caras. Semanas antes de la inauguración esperan que ejerza un efecto llamada tanto de clientes locales como visitantes, tanto nacionales como extranjeros.

Antojo Málaga contará con dos plantas y varios espacios diferenciados. La planta superior (situada a pie de calle) funcionará a modo tasca, con una amplia barra y mesas altas donde poder degustar una gran variedad de tapas y platos típicos de la gastronomía malagueña. Este primer espacio abrirá de 13 a 00 horas y mantendrá la cocina abierta durante todo el día. Entre sus especialidades estarán las croquetas, la tortilla de patatas y el marisco fresco.

La planta baja está pensada como espacio polivalente y el flamenco y los conciertos en directo serán su punto fuerte. En lo relativo al flamenco, los empresarios ofrecerán un espectáculo propio que llevará a los asistentes a pasear por algunos de los rincones más emblemáticos de Málaga. Titulado 'Tierra mía', será representado por nueve artistas que estarán en plantilla. Respecto a los conciertos, esperan dar voz a grupos malagueños, fundamentalmente de música alternativa e indie.

La intención de los empresarios es que esta zona también pueda utilizarse para eventos privados, conferencias, exhibiciones y fiestas de todo tipo. Para ello, la parte audiovisual tendrá un peso importante, ya que toda la planta baja está repleta de pantallas que podrán personalizarse al gusto del cliente. En esta planta baja también contarán con una pequeña cocina desde la que poder atender un catering. Los fines de semana también funcionará como discoteca por la tarde-noche.

El local ha sido diseñado por Ana Lillo, profesional malagueña que ha realizado una decoración contemporánea sin olvidar las raíces andaluzas. Los elementos decorativos hacen guiños al barro, las celosías o el hidráulico.

Los empresarios explican que Antojo será un proyecto diferente a Copenhague, aunque como el bar persigue crear espacios alternativos para atraer a un público que no se encuentra a gusto con la oferta que se encuentran en otros establecimientos. Avanzan que será un espacio donde tendrán cabida muchos tipos y perfiles de clientes y que «puede ejercer un efecto llamada en la ciudad». Así, reseñan, también nació Copenhague en junio del año pasado y en pocos meses se ha convertido en punto de encuentro para los aficionados al indie en la ciudad.

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