Marina Playa, ganador de la VIII Ruta del Espeto de Málaga en la Mesa

Puede parecer sencillo, pero no lo es. Para preparar un buen espeto de sardinas es necesario elegir la mejor materia prima, ensartar el pescado entre la espina sin que se quiebren los lomos, poner el fuego a la temperatura idónea y echarle mucha paciencia para sacarlo en su punto justo de color y sabor. Eso, precisamente, es lo que ha hecho este martes Ángel Ruiz, del chiringuito Marina Playa, que se ha proclamado vencedor de la VIII Ruta del Espeto Málaga en la Mesa.

El espetero ha logrado el primer premio de un concurso en el que han participado 45 establecimientos de toda la provincia y tras una final muy reñida celebrada en el chiringuito Perujo Playa, en Torremolinos, cuna del espeto. «Es un honor estar aquí porque supone un reconocimiento del público al que atiendes cada día y del jurado que valora tu trabajo», confesaba.

El premio del público ha recaído en Boraz Chiringo Club, de Vélez-Málaga, y el premio Comerco que valora el respeto por el producto ha ido a parar a Tropy, de Caleta de Vélez. Casi 3.000 personas han emitido sus valoraciones en esta edición del concurso. El establecimiento ganador ha obtenido una campaña publicitaria en Málaga en la Mesa valorada en 3.000 euros y el del público una de 1.000 euros.

Ángel, natural de Málaga, lleva desde los trece años trabajando como amoragador. Desde hace cinco está el chiringuito de Rincón de la Victoria con el que se ha proclamado vencedor. «Lo más importante de todo es cuidar el producto y atender a los clientes como se merecen», resume. Para él, el verdadero secreto para preparar un buen espeto radica en la paciencia y en lograr que el pescado no se quede ni demasiado crudo ni requemado. «Hay que lograr que la piel salga prácticamente sola; prepararlo con el rescoldo y a fuego lento», opinaba.

La VIII edición de este certamen organizado por Málaga en la Mesa, el suplemento gastronómico de Diario SUR, cuenta con el patrocinio de la Diputación Provincial de Málaga y su marca promocional Sabor a Málaga, y la colaboración de Cruzcampo, la Agrupación de Playas de la Costa del Sol y Comerco. Por primera vez, la gran final se ha celebrado en el chiringuito Perujo Playa, en la zona de La Carihuela, en Torremolinos para dar visibilidad a los establecimientos de la provincia.

Cada uno de los participantes ha tenido que preparar cuatro espetos con sardinas procedentes de Castellón, Barcelona y Cádiz. Colocadas en tres corchos diferentes, los finalistas tuvieron que elegir la que consideraban más apropiada para la fecha del año en la que nos encontramos (aunque no se les dijo de dónde era cada una).

Antes de la entrega de premios, el presidente del jurado, el crítico gastronómico de SUR, Enrique Bellver, desveló que la final había sido muy disputada hasta el punto de que entre los tres primeros clasificados había una diferencia de apenas un punto. «Cada año nos lo ponéis más difícil», confesaba.

El acto ha sido presentado por la periodista Ana Barreales, quien ha destacado la pasión que le ponen todos los espeteros para seguir difundiendo los valores de un producto auténticamente malagueño. «Gracias por mantener viva la llama de la tradición», ha apuntado. En la misma línea se han expresado la directora de Sabor a Málaga, Leonor García-Agua, el responsable de Cruzcampo, Pedro Hernández, y el gerente de Comerco, David Castillo, que se han encargado de entregar los premios a los vencedores.

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