Malaguita Flow: este es el tercer mejor bocata de Andalucía

En el concurso 'El mejor bocata de España' acaban de quedar terceros de Andalucía con su 'Malaguita Flow', un concentrado malagueño servido en pan brioche. «Cuando nos invitaron a participar teníamos claro que queríamos llevar con nosotros un pedacito de nuestra cultura gastronómica, no queríamos participar en un concurso nacional con una receta yanki, ni hacer una fusión con ingredientes asiáticos. Queríamos hacer un bocadillo que llevase a Málaga por bandera, así que elegimos dos productos que aunque en origen no son de nuestros mares si lo son de cualquier carta de bar de pescaíto, como son los buchones de rosada y los langostinos al pil pil», explica Hincapié.

Brioche de buchones de rosada, langostinos al pil-pil, ensalada de col con tártara de hierbabuena, alioli preparado con los ajos de los langostinos al pil-pil, ajo seco y salsa SpicyX. La mezcla en la teoría suena cuanto menos curiosa. Pero en la práctica… en la práctica, amigos, la historia es otra: un bocadillo suave, de ingredientes en armonía que se entremezclan a la perfección. Cada bocado incita al siguiente.

Tras esta creación se esconden el chef Víctor Mendicuti y el propio Hincapié Lax. «Siempre que desarrollamos platos nuevos nos sentamos junto con nuestro chef Víctor Mendicuti y planteamos todas las opciones posibles a nivel de cocina y comercial según lo que deseemos transmitir».

La originalidad no empieza y termina con el 'Malaguita Flow' sino que está presente en el concepto original y se va trasladando a cada plato. Estaba y estará cuando 'Malaguita Flow' desaparezca. Así, el campero de siempre (jamón cocido, queso a la plancha, lechuga, tomate y mahonesa) se pierde en la carta con opciones mucho más atrevidas, como el campero de pastela de pollo (pollo cocinado con especias árabes, almendras, láminas crujientes y un toque dulce y de canela) o el thai (pollo a la parrilla con salsa thai casera, brotes de soja, col lombarda, zanahoria rallada, col blanca y salsa sweet chili). Y así con cada sección de la carta, donde las opciones más tradicionales se diluyen con apuestas mucho más atrevidas y en sintonía con las paredes del local.

Porque aquí parece que las paredes hablan. No hay un centímetro carente de decoración: la entrada nos recibe con un pequeño santuario dedicado a Paquita Salas y diversas menciones a deidades (¿será porque la comida es divina?). Las columnas están repletas de ilustraciones cada cual más curiosa a la anterior (verlas todas nos llevaría horas), la cocina semi a la vista, el pasillo hacia el baño decorado con colores fluorescentes… cada detalle.

Después del periplo de Barrio Pinto por el mundo de los bocatas, a Hincapié y su equipo les gustaría probar suerte también en el campeonato de las hamburguesas con la 'Jim Beam', que podrá degustarse en su local por tiempo limitado.