Juan Francisco Vallejos: «Mi obsesión es que nuestros vinos se vean como algo propio, como los espetos»
El presidente del Consejo Regulador del Vino de Málaga se muestra preocupado por la aparición de un hongo que puede mermar la cosecha y reclama ayudas para evitar una mayor incidencia en el futuro
Juan Francisco Vallejos se ha propuesto que los vinos de Málaga comiencen a formar parte del ADN de los malagueños «al igual que ocurre con ... los espetos, la Catedral o el Unicaja». Natural de Mollina, Vallejos es el presidente del Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Málaga, Sierras de Málaga y Pasas de Málaga desde el pasado mes de noviembre. En esta charla habla sobre la situación actual que vive el sector y las amenazas a las que se enfrenta, desde los hongos hasta los aranceles impuestos por Estados Unidos.
–¿Qué momento vive el sector?
–Nos encontramos en un año extraño. Venimos de un periodo de sequía muy amplio durante el que la vid ha sufrido mucho y que ha obligado a hacer arranques. Y este año, que la pluviometría nos ha ayudado bastante y la vid está vigorosa, nos ha venido el maldito mildiu que nos ha mermado un poco la cosecha. Se esperaba una cosecha más generosa, con más kilos que en años anteriores, pero este hongo nos ha tocado un poco, sobre todo en zonas como la Axarquía.
–¿Cómo va a afectar este hongo a la producción y a la calidad del vino?
–El mildiu afecta en una doble vía: a las hojas y a la savia y a la floración. Hace que se seque el gajo entero o parte de él, por lo que afectará a la cantidad de kilos que se pueden recoger pero no a la calidad, que se mantiene intacta. Llevábamos más de diez años sin sufrirlo y por eso es necesario tomar medidas de prevención para evitar problemas en el futuro.
–Estiman que puede perderse alrededor del 40 por ciento de la cosecha. Es una cantidad muy elevada
–Está afectado a unas zonas más que a otras. Actualmente estamos en contacto con la Junta de Andalucía para hacer una valoración más exacta en toda la provincia porque hay zonas muy afectadas y otras no tanto. En Ronda parece que no hay tanto, en la zona norte hablamos de un 25-30% y en otros sitios como Manilva un 40 ó 50 por ciento. La zona más afectada es la Axarquía y, por tanto, las uvas moscatel. Estamos demandando también que se pongan en marcha las API (asociación de producción integrada) en las zonas donde no están activas para hacer un seguimiento más exhaustivo de los viñedos y evitar más afecciones en el futuro.
«Llevábamos diez años sin sufrir el mildiu; la zona más afectada es la Axarquía y, por tanto, las uvas moscatel»
–¿No es un poco contradictorio que estuviéramos deseando que llegara la lluvia y ahora que ha llegado haya provocado este problema?
–El mildiu es un hongo que necesita una serie de circunstancias para vivir: humedad y temperatura. Por las mañanas el campo aparece con humedad, que para las plantas sería maravilloso si no existieran los hongos, que viven entre 22 y 24 grados. Es verdad que con estas temperaturas que hemos tenido durante la última semana, de 30 o 35 grados, el hongo desaparece o muere, pero es verdad que la lluvia también tiene sus consecuencias.
–¿Cómo esperan que sea la cosecha de este año?
–Este año, gracias a las lluvias que hemos tenido, tendremos un proceso de recolección normal. La vendimia de las recolecciones más tempranas, como las moscatel en el interior o la Axarquía, comenzarán a finales de agosto. La calidad aún está por determinar, pero viendo la vigorosidad de las plantas creo que tendremos una cosecha bastante buena, ojalá excelente.
–¿Cuánto se espera recolectar?
–Aún no lo sabemos. El año pasado recogimos 2,6 millones de kilos, de los que 1.765.000 fueron blancas y 838.000 tintas. En la provincia tenemos una superficie de 851 hectáreas dedicadas al cultivo de la vid.
–Además del mildiu, ¿qué otros retos o amenazas tienen?
–Hay muchos bodegueros preocupados por los aranceles que ha puesto el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Alrededor del 30 por ciento del volumen total que se exporta va hacia aquel país y las nuevas normas suponen un gran golpe para los productores. Ya hay casos incluso de bodegueros que han tenido que desistir de vender en aquel mercado porque las tasas son inviables.
–¿Son cada vez más conocidos los vinos de Málaga?
–Es indudable que Málaga tiene un nombre. Se ha cumplido el centenario de la inscripción de la DO Málaga en la oficina de patentes y marcas y hay que recordar que la viticultura está aquí desde hace miles de años: hace 6.000 años se encontraron vasijas con restos de vino de blanco en el dolmen de Menga, en Antequera. Es una industria que está muy arraigada en la provincia y que genera una gran economía rural, que es bueno recordarlo ahora que se habla tanto de la España vaciada. Sólo hay que luchar para que el malagueño lo tome como algo propio.
–¿Echa en falta mayor apoyo de la hostelería? Aún es común que en los bares y restaurantes sólo ofrezcan Rioja o Ribera
–Ahí nos queda un trabajo por hacer. Estamos en la zona donde más se descorcha y en donde más turismo hay y no estamos todo lo presentes que nos gustaría. Mi obsesión, y así lo he transmitido desde que soy presidente, es que los malagueños vean nuestros vinos como algo propio como ocurre con los espetos, la Catedral o el Unicaja. El vino tiene que entrar en el ADN del malagueño porque es algo que lleva con nosotros siglos y siglos.
«La calidad aún está por determinar, pero viendo la vigorosidad de las plantas creo que tendremos una cosecha bastante buena»
–¿Hay en marcha nuevos proyectos vitivinícolas en la provincia?
–Algunos viticultores quieren renovar y sembrar más, pero tenemos muchas dificultades para hacerlo porque la legislación de la Unión Europea nos impone muchas trabas. Actualmente hay gente interesada y apostando fuerte que quiere quitar parte del olivar y otros cultivos para aumentar la vid, pero no es sencillo.
–Me habló antes del centenario de la marca. ¿Han concluido ya todos los actos?
–Llevamos todo el año celebrándolo por todos los rincones de la provincia y recibiendo premios y lo cerraremos el pasado día del Corpus (jueves 19 de junio) con un concierto homenaje en la Catedral de Málaga.
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