¿Consideramos que sea algo irreverente o poco respetuoso hacer una fiesta en un cementerio? Depende del cristal con que se mire. También podría considerarse ... todo lo contrario: una celebración de la vida en un lugar generalmente envuelto en la tristeza y la desolación. Pues bien, esto ocurrió hace poco en el barrio de Ciudad Lineal de Madrid, y casualmente hubo otra fiesta en paralelo en Stockton-on-Tees (Reino Unido) aunque en el segundo caso la fiesta fue organizada por el cura y en el primero por un grupo de jóvenes con intención de hacer un botellón para aliviar el tedio de las restricciones vividas en los meses pasados.
De hecho, el grupo madrileño, de entre 18 y 30 años, tuvo una pelea con la policía y un agente resultó herido. Hubo seis detenciones, mientras que el cura de Stockton-on-Tees se felicitó por el éxito de los cuatro días de su evento de recaudación de fondos. Prohibió que las lápidas no se utilizaran como mesas y que la gente trajera su propio picnic o montara su campamento por respeto a los 'residentes'. Una fábrica de cerveza hizo la aportación de alcohol. Sin embargo, un portavoz tuvo que reconocer que no todo el mundo había visto con agrado la iniciativa.
La mayoría de las religiones no se oponen al alcohol, pero todas condenan los excesos. Incluso el Corán alaba algunas cualidades del vino. Jesucristo bebía y entre sus milagros figura la transformación de agua en vino. Es el peligro de perder las inhibiciones lo que preocupa al devoto, ya que eso conduce a la posibilidad de comportamientos que una persona no tendría estando sobria.
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