Así es el bocadillo de «armóndigas» que sirven en Torre del Mar

Por fin ha abierto sus puertas Jauja, el nuevo proyecto gastronómico de Los Pablos, Pablo Vega y Pablo Domínguez, dos chefs malagueños con amplia trayectoria que ya triunfan con su primer restaurante, Ménade, de corte más formal y sofisticado. Pero lo que han traído ahora a Torre del Mar (calle Los Fenicios, 12) es todo lo contrario: diversión, sabor, recuerdos y mucho desparpajo. El protagonista es su bocadillo de 'armóndigas', así, tal como suena, como ellos soñaban desde hace años.

Este bocadillo no es un capricho: es el reflejo de la libertad creativa de estos dos amigos, que se conocieron entre fogones y que ahora, después de muchos años cocinando en algunos de los locales más emblemáticos de Málaga, han creado un espacio donde lo único prohibido es aburrirse. El bocadillo (8,50 euros) lleva albóndigas caseras, queso provolone fundido, un toque de albahaca y tomate seco, que le da un giro italiano sin perder la esencia.

La carta de Jauja es tan loca como pensada. Ofrecen croquetas de queso payoyo (3  euros la tapa), tortilla de patatas a la Pantoja (9,50  euros). Nada está al azar. Cada plato tiene un porqué, una anécdota, un origen en su historia. De su paso por Manzanilla, donde se conocieron, traen un campero malagueño de altura, con sabor a los montes (9,30 euros), segundo mejor bocadillo de España en Madrid Fusión 2020. De su etapa en Óleo, suman sushi con personalidad: salmón lima roll (15  euros) o maki de salmón tempura (10,50  euros).

Los postres son otro viaje emocional, con referencias a la Axarquía, homenajes a los sabores de la niñez y reinterpretaciones de la Sacher de la Axarquía, que consiguen sacarte una sonrisa. Todo en Jauja parece invitarte a disfrutar, a probar sin prejuicios, a recordar que comer también puede ser un juego.

La selección de vinos, como no podía ser de otra manera, está pensada para el disfrute. Hay referencias interesantes: Niño León (Bodegas Conrad) o Ukiyo Mencía (Bodegas Alouviño) acompañan a dulces, manzanilla y espumosos. Todas pueden pedirse por copas, lo cual permite maridar con libertad y sin miedo a equivocarse.

El local abrió oficialmente el viernes 29 de mayo, y desde entonces no ha parado de recibir visitantes curiosos, vecinos encantados en busca de algo distinto. Se nota que Los Pablos están felices, rodeados de un equipo sólido y con una energía que contagia. Jauja es un lugar donde la cocina se convierte en anécdota, en risa y en memoria.

Y nos dicen que el bocadillo de 'armóndigas' hay que pedirlo tal cual: no lo pidas de albóndigas, que amenazan con no ponértelo.

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