Mucho más que la cocina de Teba

Samuel Perea y Lourdes Molina, cocinero y fotógrafa, narrador verbal y narradora gráfica, acaban de demostrar con el precioso volumen 'Cocina de Teba' (Ed. La Serranía y Ayuntamiento de Teba) que quedaba otra perspectiva, una que ya exploró Perea en 'Málaga cocina emoción': la de la memoria, la empatía y el registro de la historia y la trayectoria de las personas que, generación tras generación, construyen un pueblo. «Hay muros muy altos que los humanos nos empeñamos en levantar para defendernos de los demás, de los que creemos nosotros que son diferentes, sin pensar que el mundo sólo está inundado de gente como nosotros», reflexiona Perea, abriendo, al modo de 'érase una vez', un libro que se construye con el relato coral de un puñado de vecinas y vecinos tratados de forma cercana, con un esbozo de sus vidas, con sus motes y sus porqués, que son quienes al final nos transmiten las recetas, como solía ser.

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Recetas que van desde el paupérrimo pero sabroso y recuperador lavapuertas (gazpacho a trozos de cebolla, aceitunas, aceite, vinagre, sal, pan y bastante agua) a los zorzales (pájaros) en salsa, la sopa de siete ramales, las perrunas, el puchero de perdiz y tagarninas, las tortillas de habas o de collejas. Contadas por Ángel El Candela; Miguel Trujillo El Chocolate; María Ángeles Durán, la de la Venta El Cordobés, y otros personajes retratados con gusto y calidez en los textos de Samuel Perea y en las fotografías de Lourdes Molina. Un libro que también recoge dos platos escoceses, el 'haggis' y el dundee cake, regalo del hermanamiento entre Teba y Melrose como consecuencia de la muerte de sir James Douglas, figura crucial en la historia del pueblo escocés, en la batalla de Teba. El alcalde de Teba, Cristóbal M. Corral, dice que el libro «no deja de ser un documento abierto y vivo», y lo es. Como el léxico del glosario que lo remata. Cuesta 10 euros, en Librería Luces.