Dani García convierte BiBo Marbella en Babette

El punto de partida no es otro que el filme 'El festín de Babette' (Oscar a la mejor película de habla no inglesa en 1987). Cuenta la historia de dos hermanas que vivieron una rígida educación que les obligó a renunciar a la felicidad. Ya en la tercera edad, la encuentran en una suculenta cena y en Babette, una forastera que corresponderá a su hospitalidad con un festín para ellas y sus vecinos con los mejores platos y vinos de la gastronomía francesa. «No pensemos en la comida», dicen antes de empezar. No quieren ceder al placer pecaminoso, dada su fe religiosa. Pero acaban haciéndolo.

Eso en versión muy resumida para entender lo que busca Dani García: la felicidad y el placer del comensal con una buena cocina, la del origen, la de otra época. Pero, ¿por qué ahora? No porque vea una tendencia o una demanda: «Todo lo que hago es porque me apetece y porque creo en ello». «Pienso que hay que recuperar una cocina que se ha perdido, e incluso se ha menospreciado. Aquella época de cuando estudiaba en La Cónsula debe volver. Son mis raíces. De ahí nace esta idea», explica el cocinero marbellí convencido de que «tiene que volver el restaurante con mayúsculas». El que da un papel principal a la sala, el que tiende a aquellas cartas de los años 80/90, a aquellos platos como las alcachofas rellenas de marisco, la merluza al champán, o la sopa de cebolla hojaldrada.

De nuevo, una fuente de inspiración de peso: la escuela de hostelería. Y de aquella época no podía faltar su versión del tartar de lubina al estilo del chef ni la de los tres filetes de La Cónsula (tres tipos de carne con diferentes salsas). Esas y otras tantas propuestas estarán en la carta de Babette, con un ticket medio de 60 euros y en un entorno «entre clásico y moderno con un toque muy neoyorquino» con capacidad para unas ochenta personas. Será una realidad en apenas un mes.

Mientras, reubicará BiBo. «Es una marca que funciona, no puede desaparecer». No lo duda Dani García. Habrá que esperar probablemente hasta principios verano para verlo en su nuevo emplazamiento. Entre tanto, el cocinero marbellí continúa la imparable expansión internacional que comenzaba con el grupo que lleva su nombre tras cerrar su restaurante tres estrellas Michelin en el hotel Puente Romano, en noviembre de 2019.

Para sorpresa de muchos, hace casi tres meses volvía a entrar en la Guía Michelin con dos estrellas de golpe para Smoked Room, establecimiento que abría en junio del pasado año en Madrid. Pero ya como un eslabón más del engranaje que es el Grupo Dani García, con cerca de un millar de empleados… Y muchos proyectos en cartera. Por ejemplo, Lobito Doha, a punto de inaugurarse, o La Gran Familia Mediterránea (su línea de delivery) en Qatar. Por citar sólo algunos. Por delante, otros no menos ambiciosos, como el nuevo La Chambre Bleu, en París.

Todos se van añadiendo a la larga lista que ya va camino de los once restaurantes en España, uno en Londres, otro en Doha y dos en Nueva York. Además de su línea de delivery, presente en Málaga, Marbella, Sevilla, Granada, Almería, Córdoba, Madrid, Barcelona, Valencia, Sabadell, Alicante y Palma de Mallorca. Con ella ha protagonizado su último éxito: The Gaming Familiy, junto a Rubius, Vegetta, Willyrex. Y sigue asegurando que esto es sólo el principio.