La visita del Málaga, todo un premio para el Escobedo

«Nosotros nos lo tomamos como un premio, un placer poder jugar con un equipo de Segunda, y más el Málaga, que es un histórico», transmite a SURMario, segundo capitán del Escobedo, que describe su actual equipo como «un club pequeño» y aún recuerda su debut hace dos años: «Apenas tenemos 300 socios y aún recuerdo mi primer partido aquí porque no había ni cien personas... Y yo venía de la Gimnástica de Torrelavega, acostumbrado a otros partidos... Pero a raíz de los resultados la gente se está animando y estamos más arropados», describe con detalle Mario, que es también un ejemplo certero para reflejar qué equipo es este Escobedo al que va a enfrentarse el Málaga, porque representa la base de una plantilla que conjuga jugadores procedentes de equipos de mayor categoría, como la Gimnástica de Torrelavega o el Laredo, con cedidos del Racing y Valladolid.

«Jugamos en la Tercera cántabra, que no es el grupo más fuerte de España, pero dentro de ella somos uno de los equipos más fuertes y estamos acostumbrados a llevar el peso de los partidos y a jugar con la posesión del balón. Sabemos que en este partido ese tipo de fútbol nos va a costar pero tenemos muchas ganas de competir», comenta por otro lado el entrenador Pablo Casar, un joven entrenador de 41 años que ha encontrado en el Escobedo su mejor campo de pruebas para continuar su carrera en el fútbol después de ser futbolista profesional en el Racing, Alavés o Valladolid. Precisamente fue compañero del ahora entrenador del Málaga, Víctor, en el Racing de la temporada 98-99.

«Yo era un chavalín de 20 años», recuerda Casar, que analiza el acontecimiento: «Puede parecer que, jugando aquí y con todas las circunstancias que tiene el Málaga, se acerca la posibilidad de pasar la eliminatoria, pero la verdad es que nos enfrentamos a jugadores profesionales, tanto los del primer equipo como los canteranos que vengan que están en una estructura profesional y están acostumbrados a entrenamientos profesionales. Nosotros tenemos otra manera de ver el fútbol, todos nuestros jugadores trabajan y a veces no pueden venir a entrenarse... Pero estarán todos, y lo que sí tenemos es mucha ilusión y ambición de competir y hacerlo lo mejor posible».

Pablo Casar y Mario Blanco son dos de los pilares de la reactivación de un Escobedo que es un histórico de Tercera (donde juega de manera consecutiva desde 1990). Hace dos temporadas fue segundo y campeón de la Copa Federación, la pasada quedó campeón, y por eso tiene el privilegio de jugar la Copa, una competición que no es nueva para ellos: la han jugado hasta en seis ocasiones. Recibe al Málaga en el quinto lugar, con 30 puntos en 17 partidos. El pasado fin de semana se impuso al Bezano por 1-0, y hoy busca firmar una fiesta para recordar.