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Ramón Enríquez, ayer ya rapado al cero. SUR
El talento de la Alpujarra pide paso

El talento de la Alpujarra pide paso

Ramón Enriquez, el jugador más joven de la estadía del Málaga, agrada con su buen trato de balón

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Miércoles, 24 de julio 2019

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Ramón Enríquez (Órgiva, 2001) muestra más madurez que la que denota su edad, al ser uno de los primeros futbolistas del siglo actual que se empiezan a integrar en la dinámica del primer equipo. El medio centro granadino, la pasada campaña en el juvenil y que seguramente estará en Tercera en el Malagueño este curso, analiza sus primeros días con el cuadro de Segunda, ya con el pelo rapado del todo, no a trasquilones, como se lo dejaron anoche sus compañeros en una novatada en el Hotel Exe Estepona.

«Son jugarretas que nos hacen a los que llegamos por primera vez a hacer la pretemporada con el primer equipo. Lo miramos de una forma graciosa. Numerosos compañeros de años anteriores ya nos habían comentado que hacen este tipo de cosas, y quizás estábamos un poco nerviosos por saber cuándo nos lo iban a hacer», comentó sobre el simpático incidente que afectó también a Hugo, Iván Jaime e Ismael Casas, pero del que se libró Gonzalo, al superar el reto planteado a los cinco.

El juvenil del Málaga, nacido en Órgiva, afirma sin ambages: «Venimos a quedarnos; ojalá algún día tenga sitio en la primera plantilla»

Ramón (prefiere que se le conozca más por su nombre de pila que por su primer apellido) habló del crecimiento vivido estos días a las órdenes de Víctor. «Más que aprender más es otro tipo de intensidad, otro ritmo de juego. Siempre es bueno trabajar a este nivel. Desde que llegué aquí con 12 años siempre he pensado en llegar a esto. Es un orgullo. Me llena de satisfacción y es ver que todo el trabajo de años atrás da sus frutos», comentó a este periódico.

Demarcación

Ramón es un medio centro de buen trato de balón, más que un 'pivote' puro. «Creo que un jugador cuanto más polivalente sea será mejor. Donde juegue no me importa, pero sí me gusta llevar el balón, tener el peso del partido, sin miedo a pedirla por la situación del partido», afirmó. En este sentido, añadió que «Víctor nos da mucha confianza a la hora de jugar. Nos pide que seamos nosotros mismos, que juguemos como venimos haciéndolo años atrás y que si hay algún fallo no paso nada».

También habló de sus comienzos en una de las localidades cabecera de la Alpujarra granadina: «Me crié en Órgiva, que es un pueblo de 5.000 o 6.000 habitantes, y es verdad que cuando empecé a jugar al fútbol, con cuatro o cinco años, que mi hermana me llevaba, apenas había las instalaciones que hay hoy en cualquier sitio. Jugaba en arena, pero siempre tuve muy claro que me gustaba el deporte, sobre todo el fútbol».

Lo normal es que Ramón tenga mañana viernes sus primeros minutos con el Málaga, en el amistoso en Algeciras, por más que sean treinta los jugadores a las órdenes de Víctor, pero hay algunos tocados y se dispondrán dos oncess seguramente: «Tenemos muchas ganas de que llegue este momento, empezar a jugar partidos». Y aunque es probable que la llegada de fichajes le lleve pronto a trabajar en el filial, lo asume con normalidad y sin perder ambición: «A nivel personal estoy muy tranquilo. Venimos a trabajar y a quedarnos, y a mí el grupo me transmite tranquilidad y normalidad. Siempre se sueña con lo que tengo ahora. Ojalá algun día pueda estar en la plantilla del primer equipo».

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