En el Málaga de las oportunidades: El «sueño cumplido» del escudero de Sergio Pellicer

Ha pasado en la dirección deportiva, donde Manolo Gaspar tuvo que afrontar el cargo a marchas forzadas y afrontar uno de los mercado de fichajes más complicados que se recuerdan, con la misión de compensar al equipo sin recursos y recurriendo sólo a los activos de coste cero y por el salario mínimo por las sanciones de LaLiga.

Y ocurrió en el banquillo, donde Pellicer, que saltó del filial al primer equipo con el fin de renovar el ambiente en el vestuario después del desgaste de la figura de Víctor Sánchez del Amo y los malos resultados deportivos en un arranque de año lleno de polémicas y escándalos extradeportivos. Pues junto Pellicer, además de otros nombres como Julio Rodríguez (preparador físico) y Dani Lima (entrenador de porteros), ascendió Manuel Sánchez.

Un segundo entrenador joven y en el que el técnico del Málaga confia plenamente. Ambos vivieron el triunfo del juvenil en la Copa de Campeones en 2016, y eso creó un lazo fuerte. De repente, y sin entrar en sus planes, se vio preparando entrenamientos y tomando decisiones en primera línea de batalla. Cambió el grupo IX de Tercera por Segunda, los campos de la Federación por La Rosaleda. «Si me pongo a pensarlo es difícil de que se fuera a hacer posible. Con 28 años, la media de un segundo entrenador es alguien con más experiencia o es un jugador profesional», reflexiona ahora, tras cuatro meses de su 'nueva vida'.

Desde el club le definen como un ejemplo de los considerados como jóvenes, aunque sobradamente preparados: «He estudiado mucho para esta oportunidad, me he formado muchísimo, he tenido la suerte de que una persona como Sergio Pellicer me diera la oportunidad de estar con él a su lado y ha sido impensable que con 28 años pudiera llegar aquí. A intentar ayudar lo máximo posible al míster porque una oportunidad así no se ve todos los días y tan joven», expresa antes de echar la vista atrás.

«Me incorporé al San Félix y yo tenía tan solo 21 años. Y ya estuve de segundo entrenador del San Félix, que ese año ascendimos a Juvenil (Liga) Nacional. Estuve con Manel Ruano de analista. Volví a estar con Pellicer en el San Félix y ya toda esa carrera la hemos hecho juntos hasta día de hoy, que hemos seguido», resume su trayectoria Manolo Sánchez, nacido en Alicante pero criado desde pequeño en Marbella, donde reside actualmente y la ciudad de la que se considera natural.

Cuenta que «siempre he tenido esa vocación de ser entrenador, me gusta analizar y vivirlo con mucha pasión y como desgraciadamente pues no he sido un gran jugador pues mi pasión va a través del estudio, análisis y entender el juego cada día más para que mi forma de entenderlo y la del míster se la podamos transmitir a los jugadores», y detallas sus funciones en la sombra. Se le nota su ilusión de estar ante una ocasión profesional fundamental para su carrera y que no piensa desaprovechar. Piensa igual que lo que dijo su compañero, Julio Rodríguez, a SUR hace una semana: «Por trabajo no podrá quejarse nadie».

«Yo me encargo del informe del equipo propio, del equipo rival, que lo hacemos entre 'Capa' que es el analista, el míster y yo. A partir de ahí, también me encargo de las acciones a balón parado ofensivas y defensivas, con el míster. El diseño de tareas, la planificación de tareas diarias participamos el míster y yo en cuanto a lo técnico-táctico y estamos involucrados en todas las tareas de aspectos condicionales de temas físicos con Julio y Enrique. Dentro del partido me dedico a corregir cierto posicionamiento que no se esté haciendo bien o corregir ciertas acciones que nos permitan mejorar como marcar jugadas, que ellos tengan claro qué tipo de jugada vamos a hacer en cada momento. Esa es mi función y sobre todo analizar y ayudar al míster a tomar las mejores decisiones posibles», comparte para dar a conocer su función en el equipo.