«Estamos haciendo historia; preparamos 30 sesiones diarias»
Los preparadores físicos Julio Rodríguez y Manu Gestoso, este también readaptador, analizan todos los detalles de esta inédita 'pretemporada'
Las nuevas reglas que ha traído el coronavirus genera situaciones inéditas en nuestras vidas. Y ante lo nuevo, el aprendizaje, sobre todo de ensayo y error, está a la orden del día. Ocurre en casi todos los apartados cotidianos, y también lo experimentan en el Málaga, donde se va a cumplir ya una semana desde que reiniciaron la actividad tras el confinamiento a través de los entrenamientos individuales.
Acercando el foco a los que visten de amarillo, que serían como los profesores en un parvulario, el cuerpo técnico, les ha cambiado la vida todo esto. Han pasado de estar confinados en casa a aparecer por allí para descansar. La nueva forma de trabajar para cumplir con las normas de seguridad sanitaria y conseguir el máximo rendimiento de sus jugadores hace que tengan que realizar jornadas maratonianas.
De 7.00 a 21.00 horas
«Llegamos sobre las siete de la mañana y nos acabamos yendo a veces a las nueve de la noche», cuenta a SUR Julio Rodríguez, uno de los preparadores físicos de la plantilla junto a Enrique Ruiz y que ascendió al primer equipo acompañando a Sergio Pellicer, con el que estaba trabajando en el filial. Para este malagueño, echar horas de más es «un bendito problema» porque en el actual equipo de trabajo del vestuario malaguista –renovado el pasado enero y en el que la mayoría son malagueños–, se lo toman «como un premio para disfrutar». «Es una oportunidad que vamos a aprovechar y por trabajo no podrá quejarse nadie», asegura.
«La incertidumbre es lo peor; queremos planificar algo, pero no sabemos para cuánto tiempo ni de qué forma»
«Los jugadores han llegado muy bien, y para algunos es como cuando sueltan a un león enjaulado en la selva»
Y es que para el grueso del cuerpo técnico, que están teniendo su primera experiencia en una categoría como Segunda, se presenta un reto inédito. «Estamos haciendo historia porque esto nunca ha ocurrido. Pero todos los ejercicios y los vídeos estamos guardándolos en nuestra base de datos y siempre bromeamos que algún día los podremos enseñar... Es que estamos preparando 30 sesiones diarias (para los 30 jugadores) y eso no se he ha hecho nunca. Todas tienen sus matices porque hay que tener en cuenta que si unos materiales los usa un jugador, el otro no lo puede utilizar. Cada día tenemos que ajustarnos a estos condicionantes, que son muchos», expone Rodríguez, quien piensa que lo peor es «la incertidumbre».
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«Queremos planificar algo, pero no sabemos para cuánto tiempo ni de qué forma. Porque también seguimos las indicaciones que nos marca el protocolo de LaLiga para diseñar los ejercicios. Por ejemplo, con el uso de los cajones que tenemos para que los jugadores puedan practicar el pase y control de balón. En el Anexo tenemos paredes, pero en La Rosaleda los necesitamos, y si no se puede, nos cambia todo la sesión. Esa incertidumbre es lo que más afecta, e imagino que será a todos los clubes por igual. Es la mayor complejidad que veo, porque una vez está todo coordinado ya vamos como la seda. Trabajamos en equipo y en general estamos muy contentos por cómo está saliendo todo», añade el preparador físico, que con esta cumple su octava temporada en el club.
Un planificación meticulosa
Una de las preocupaciones más extendidas es el aumento del riesgo de lesiones. Pero el cuerpo técnico malaguista lo toma con naturalidad. «En las circunstancias en que vamos a vivir, que no se han dado nunca, muchos factores nos indican que el número de lesiones seguramente sea elevado. Para empezar, por la inactividad que hemos tenido, más el estrés de la pandemia que nos hace estar viendo malas noticias durante todo el día, no poder entrenar de forma normal, y la densidad competitiva que vamos a tener y los viajes. Todo acumulado en mucho menos tiempo. Pero trabajamos para que esto no ocurra», señala el readaptador, Manu Gestoso, más veterano aún que Rodríguez en el Málaga. Esta es su undécima temporada, la cuarta en el primer equipo.
Ahora que de momento no hay lesionados Gestoso trabaja como un preparador físico más. Por eso cuenta de primera mano: «Los jugadores han llegado muy bien, la verdad. Y para algunos es como cuando sueltan a un león enjaulado en la selva. Lo notamos. Hay que agradecerles su predisposición porque van sobrados». Respecto al trabajo, aclara: «Los entrenamientos de ahora parecen más un proceso de adaptación cuando hay algún lesionado, que se entrena solo y va pasando por diferentes estaciones de ejercicios. Pero es cierto que se pueden conseguir algunos objetivos físicos aunque la sesión sea individual. Lo que nos falta es esa oposición entre compañeros y la interacción entre ellos que tenemos en un entrenamiento normal».
Se hace más importante aún acertar con la planificación de las cargas de trabajo para, por un lado, conseguir las metas propuestas, y por el camino, mantener una buena actitud, de motivación en el equipo. «Usamos dos tipos de instrumentos para controlar las cargas de trabajo. Uno es la subjetividad del jugador, lo que nos dice sobre sus sensaciones. Y luego está la parte menos subjetiva, que son los datos que nos dan los GPS. Ahí tenemos un dato concreto. Por ejemplo, si has corrido seis kilómetros y de los seis has hecho el 20 % a una velocidad entre 23 o 24 kilómetros por hora. Todo esto lo tenemos en cuenta», detalla para finalizar la exposición de sus labores en el Málaga Julio Rodríguez.
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