Shaheen se gana la confianza del equipo: «Con él hay mucha más coordinación»

Borja Gutiérrez

Jueves, 31 de octubre 2019, 13:07

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Después de una semana de impacto tras los despidos de Caminero y Jofre, que agitaron las oficinas de La Rosaleda, la tormenta ya se ha calmado a nivel interno aunque siga existiendo la misma incertidumbre por el futuro del club. Pero más calma hay. Y la principal razón es la figura de Richard Shaheen, el asesor del jeque Al-Thani, nombrado también apoderado del club y que desarrolla funciones de director general, que transmite confianza dentro del club.

Lo confirmó el propio entrenador del equipo. Víctor comentó sobre él que ahora «hay mucha más coordinación en el club» y que están dispuestos a «ayudar desde su posición a buscar las mejores soluciones». Precisamente, la relación de Shaheen y Víctor es especialmente buena. Tanto entrenador como directivo mantienen una comunicación fluida entre otras razones por la confianza que tiene el jeque en el técnico madrileño. Este jueves se les vio a ambos partir de la mano en el AVE que llevaba al equipo a Madrid como parte del viaje a Ponferrada. Sin traje, con el mismo chándal que visten el resto del cuerpo técnico, Shaheen acompañó al equipo.

Tras su capítulo de apariciones públicas, siendo culmen su presencia en el palco del estadio de Martiricos en la victoria ante el Oviedo, ya es habitual verle en el día día del equipo, más alejado de su despacho, donde se recluyó en los primeros compases tras su aterrizaje en el club. Ahora es ya una voz más que común hasta en el vestuario del Málaga, a quien va informando de algunas cosas como confirmó Pacheco en una entrevista a SUR. Y también en unas declaraciones de Lombán en Cope Málaga donde afirmó que Shaheen les dijo que había gente dispuesta a invertir.

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Todos estos acontecimientos llevan a la conclusión de que el ejecutivo norteamericano con origen catarí está cada vez más integrado en sus nuevas funciones y está siendo el principal factor (junto con las dos victorias consecutivas del equipo, dicho sea de paso) para apaciguar los ánimos dentro del club (también entre los empleados). Se agarran a su capacidad para encontrar algún avance en esta pertinaz situación en la que se encuentra encallada la entidad.