Puche: «Es una pena; para el Málaga y para mí, Peiró siempre fue un señor»
El expresidente, muy afectado por la muerte del técnico: «Nunca tuvo una mala palabra; un caballero en todo momento»
Uno de los personajes clave durante gran parte de la estancia de Joaquín Peiró en Málaga fue el entonces presidente del club, Fernando Puche. Este periódico contactó ayer en Estados Unidos con el exdirigente, que se mostró muy afectado por el fallecimiento del que fuera entrenador del cuadro de Martiricos cinco temporadas. «Es una pena enorme. Para el Málaga y para mí, Peiró siempre fue un señor. Y lo fue siempre, también cuando las cosas no iban bien. Hasta cuando lo quisieron echar, y yo me negué», explica.
Puche tiene claro que Peiró completó una gran trayectoria en el Málaga gracias a sus conocimientos y también por la imagen excepcional que ofrecía de la entidad por su calidad humana y su ejemplar comportamiento. «Nunca tuvo una mala palabra. Lo respetaban los jugadores y todo el mundo, porque era una persona muy educada, un caballero en todo momento. Entre los entrenadores que estuvieron conmigo, Peiró fue el mejor», afirma.
El momento más complicado llegó cuando los propietarios del club, en la primera vuelta del campeonato en Segunda, querían despedir a Peiró porque los resultados no estaban siendo buenos. Y Puche cuenta con precisión qué ocurrió: «Me llamó Antonio Asensio un día a las ocho de la noche para decirme que estaban de camino Bakero y Burgueña para despedir a Peiró y hacerse ellos cargo del equipo. Y le dije que lo haría ya sin mí, porque yo dimitía. Pero su respuesta fue clara: ‘Tú mandas en el Málaga’. Entonces nos apostamos una Coca-Cola, porque él decía que no íbamos a subir. Está claro que gané en este caso».
El ascenso fue lo más gratificante, pero Puche destacó otro instante especial que le vino a la memoria. «Tengo un gran recuerdo de Peiró cuando ganamos en Barcelona en un momento delicado. Cenamos juntos en una noche muy feliz y después estuvimos controlando a los jugadores para que no se fueran de fiesta (ríe)», señala.
Puche fue el encargado de poner en marcha el nuevo proyecto del Málaga con la mente puesta en el regreso a la élite, con el respaldo de Asensio. Lograron el ascenso a Segunda y después a Primera, lo que llevó finalmente al club a una de su mejor etapa histórica. Pero Puche insiste en el sabor agridulce de su cargo: «Ni en los toros ni en el fútbol me llevé nada, sólo muchos enemigos».
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