Los aficionados que no tienen reconocidos sus acciones del Málaga de la ampliación de 2010 irán a los juzgados

«No estamos de acuerdo con la versión del Málaga, que nos dice que este asunto ya ha prescrito. Creemos que podemos demostrar que hay una estafa y vamos a emprender acciones legales. Los abogados que colaboran con la causa estudiarán el caso y decidirán si tenemos que ir por la vía mercantil o por la criminal», explica a SUR el presidente de la APA, Antonio Aguilera, quien se muestra satisfecho por la movilización lograda entre los supuestos afectados, que podrían llegar a ser hasta 600 aficionados según sus datos.

Los datos precisos sobre el alcance de este asunto no están demasiado claros, pues hay varios listados de estos accionistas. Lo que sí parece seguro es que se vendieron a estos pequeños accionistas alrededor de 89.000 euros en títulos (a 50 euros cada uno), lo que supone en torno al 0,43 por ciento del capital social de la entidad. Son números a los que luego habría que restarle las cantidades que se alcanzaron con las devoluciones que hizo el Málaga en 2010 a algunos aficionados que las reclamaron. En cambio, mucho otros no hicieron esto.

Estas acciones en cuestión proceden de una ampliación que puso en marcha en 2010 Fernando Sanz, cuando estaba al frente del club, y que fue paralizada por el jeque Al-Thani y sus colaboradores a su llegada al club en julio de hace doce años. Una vez interrumpido el proceso, muchos aficionados habían comprado ya sus títulos (mayoritariamente uno o dos, a 50 euros) para intentar ayudar al club. Ahora una gran parte de ellos están intentando que se les reconozca sus títulos y la APA se hará cargo.

Esta asociación ha sido fundamental en los últimos años con su empeño por conseguir mayor transparencia sobre la gestión del Málaga y provocó que la justicia investigase e interviniera la entidad por detectar supuestos delitos de su propietario, Abdullah Al-Thani, quien está actualmente apartado y pendiente de dar declaración por estar acusado de apropiación indebida, administración desleal y blanqueo de capitales. A Al-Thani y sus colaboradores culpan desde la APA también por este farragoso capítulo de acciones no reconocidas.