¡Vaya sesión de fútbol la del pasado domingo! Con un par de horas de intermedio bajamos del Olimpo de los dioses Messi y Mbappé ... al fútbol de andar por casa, el nuestro de cada día. Por arriba vivimos un fútbol electrizante y emocionante y ganamos todos; por abajo, el Málaga debió tomar buena nota de lo visto en la gran final y nos regaló una victoria que sabe a gloria. Se trataba de un partido 'a vida o muerte' y el Alavés se fue de La Rosaleda con el rabo entre piernas a la vez que dejaba certificado el retorno de un Chavarría, que tanto se echaba en falta a causa de las lesiones. No sólo el argentino está dejando ver una mejoría, sino que Pepe Mel parece estar encajando las piezas del puzzle que se encontró a su llegada. Confiemos en que el entrenador, y el equipo sobre todo, sean capaces de dar la talla ante un Tenerife, que podría sacar al Málaga de la peligrosa zona en la que se halla. El Málaga, que no sido capaz de ganar a los conjuntos colistas, sus más directos adversarios, se impuso a uno de los aspirantes al ascenso. Esa es la diferencia para que Mel y los suyos levanten el vuelo de una manera definitiva.
Se acabó el Mundial con un partido como no recuerdan los más viejos del lugar. Y se nos fue la selección española con su líder por delante, pero con su sustituto ya buscado, pero me atrevo decir que no deseado. Los dioses Messi y Mbappé ya tienen el mando y aquel otro llamado Ronaldo anda perdido y sin equipo. Cada cual ya su destino volvemos a la realidad de la Liga. Y se avista ya una serie interminable de noticias y escándalos que darán mucho que hablar. Que en Málaga ya sabemos de Catar más de lo deseable.
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