Eliseu, comprado y vendido dos veces

En la primera de las dos etapas como malaguista, Eliseu estuvo a las órdenes de Muñiz, y regresó para estrenar el mandato del jeque como presidente y propietario. En el primer ciclo hubo uniformidad en el nivel de rendimiento del portugués. Repartió 76 partidos en dos cursos y los subrayó con una decena de goles, a cinco por año. Después, con Champions League incluida, fue cuando vimos al mejor Eliseu malaguista y que sumó 137 en cuatro campañas con una media de 34 por temporada, y también al Eliseu más rematador con 16 goles. Pellegrini fue el que mejor exprimió las cualidades del portugués, que vistiendo la elástica blanquiazul consiguió, además de convertirse en un baluarte del gran Málaga del torneo continental, la etiqueta de internacional con Portugal.

Ni sus compañeros ni sus entrenadores, aunque lo intentaron, pudieron poner en órbita al luso, que quizás tampoco supo valorar adecuadamente sus posibilidades. No encontró Eliseu el complemento que tuvo Gento en el Real Madrid. A un jugador más rápido que el mismo balón, ponerle el cuero al pie es condenarlo al fracaso. Con Schuster hemos conocido al peor Eliseu, porque no solo le faltó la buena administración de sus aptitudes, sino el trabajo que era requerido. Nos sorprendió que los técnicos blanquiazules estudiaran algo que el curso de la temporada había dejado claro: que Eliseu había dejado de ser el galgo cuando se había olvidado de su profesión. El Eliseu pasota salió de la baraja malacitana. La milagrosa aparición del Benfica, epílogo al ajuste de peso denunciado por Gracia, ha convertido al portugués en un caso único en la historia del Málaga, que jamás hizo negocio con la venta de un jugadoren dos ocasiones sucesivas.

Recordemos que el profesional que más cerca estuvo de escribir la historia que ahora rubrica Eliseu fue Fernando Peralta, cuando regresó del Sevilla y los del Sánchez Pizjuán pretendieron recuperar parte de lo que años atrás había recibido el Málaga de Eduardo Padilla por su venta.