El Málaga, a justificar en Córdoba la 'media inglesa'

Para un Málaga que llegó a ser líder con cuatro puntos de renta sobre el segundo, verse ahora cuarto o quinto y a cuatro o cinco puntos de Osasuna sería algo inédito en este campeonato. Más allá de este temor fundado, el cuadro blanquiazul necesita espantar fantasmas y demostrar que el cambio de sistema (el 4-1-4-1) y que el paso de las jornadas no le han ofuscado del todo cara al gol.

Enfrente tendrá un rival que marca más (32 dianas, frente a las 28 de las huestes de Muñiz) pero que, víctima de su poco equilibrio, encaja demasiados (50, por los 18 de su contrincante esta tarde). Es el Córdoba un conjunto animoso, pero frágil, sin grandes dificultades para definir, pero muy frágil en su línea de retaguardia. Y por eso el club, limitado desde la temporada anterior por problemas de tope salarial, destituyó hace días a su tercer entrenador del curso. Comenzó Francisco, pero en pretemporada regresó el artífice del milagro del curso anterior, José Ramón Sandoval, al que suplió el exinternacional Curro Torres con un bagaje a la postre en número de partidos y de puntos casi calcado al que ofreció el madrileño: insuficiente.

Rafa Navarro, que trabajaba en el club como responsable de la cantera, sólo ha anunciado dos cosas: que jugará con una defensa de cuatro y con un delantero, con lo que a grandes rasgos ha definido ya su propuesta de juego. Tras siete fichajes invernales en esa huida hacia adelante de la entidad por espantar el descenso, se confía en repetir la reacción fulminante de hace un año y lograr la permanencia, que ahora queda a seis puntos. Los centrales Chus Herrero y Miguel Flaño son baja, y se podría dar la vuelta al once del interior Álvaro Aguado, ya comprometido con el Valladolid la próxima temporada y que es el jugador de más talento del equipo, junto a los extremos De las cuevas y el canterano Andrés Martín.

En el Málaga Muñiz levantó el 'castigo' a Ontiveros, pero no está claro si será titular, en la plaza más disputada, la que deja libre el lesionado Dani Pacheco, y a la que optan también Renato, Harper y hastaAdrián (si retornara al puesto de 'pivote'Erik Morán). Se prevé que vuelva a ser titular al fin Luis Hernández, el hombre que como describió gráficamente ayer Muñiz «te da seis o siete córners más». Sin menoscabo de su importancia a nivel defensivo. La baja por sanción de Diego González no le descabalga definitivamente del once, a la espera de que Pau Torres, apercibido, sufra el mismo trance.

A la espera del reencuentro con el gol de Blanco –es como si recordarlo cada semana gafara sus actuaciones–, el Málaga tiene cada vez menos margen de maniobra si no quiere descabalgarse de su primero objetivo, el ascenso directo. Suerte que el Nuevo Arcángel será una especie de 'minirosaleda', con un millar de aficionados dispuestos a que se note su presencia, y suerte que el Málaga fuera, a diferencia de lo sucedido en el arranque del torneo, es un equipo muy fiable por su solidez, que le permite rentabilizar al máximo sus ocasiones.

La ausencia de Dani Pacheco por lesión ofrece cuatro posibles soluciones: desde jugadores como Renato y Ontiveros, extremos puros, un delantero como Harper reconvertido a la banda o la posibilidad de ubicar a un medio centro como Adrián, con Erik Morán en el once.

Ontiveros jugó por última vez el 1 de febrero (en el 1-1 en casa ante el Almería), en una mala actuación que le ha tenido en el destierro un mes. Ahora ha vuelto a la lista, y de su implicación y criterio al elegir la mejor opción en el campo dependerá que vuelva a engancharse al once malaguista.

El nuevo del técnico del Córdoba ofreció ayer su segunda rueda de prensa en pocos días, tras ser presentado. Sobre el Málaga, dijo que «es un equipo potente, con mucho físico y peligroso a balón parado». «Tenemos que ser agresivos y estar juntitos», añadió, y dejó caer que «nos estamos jugando la vida».