El Málaga, en conversaciones por el fichaje de Campuzano

No es una opción sencilla porque deberá convencer sobre todo al futbolista de bajar a jugar a Primera RFEF, pero la dirección deportiva malaguista, liderada por Loren Juarros, considera que merece la pena hacer un esfuerzo en todos los sentidos porque sería una incorporación muy beneficiosa para elevar el nivel de la plantilla a las órdenes de Sergio Pellicer. Y valorando el resto de alternativas del mercado, es la favorita para reforzar la punta del ataque.

Existe predisposición por parte del Sporting de Gijón, que desde el principio le abrió la puerta a Campuzano forzándole a salir. De hecho no ha jugado ni un partido durante la pretemporada y llegados a este punto, con el cierre del mercado de fichajes a la vuelta de la esquina (el próximo jueves 31 de agosto), el club rojilblanco sólo busca su salida casi de cualquier forma. El Sporting tiene la necesidad de aligerar el número de fichas de su plantilla y liberar un salario importante para un jugador con un rol secundario.

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Campuzano ya se vio en esta situación la pasada temporada, cuando durante el verano volvió a estar en la rampa de salida y se acabó quedando. Participó en 22 partidos de Segunda División, aunque sólo 9 como titular, logrando dos goles en 850 minutos de juego. Pero esta vez es diferente y los dirigentes del Sporting, adquirido en junio de 2022 por el grupo mexicano Orlegi, sólo contemplan su salida para poder inscribir a otras apuestas (tienen previsto fichar a otro delantero).

Así que Campuzano está siendo víctima de la planificación del Sporting, con el que tiene contrato en vigor hasta 2025, por dos campañas más. En lo que el Málaga está trabajando es en convecer al excanterano del Madrid y Espanyol de salir de su actual situación para enrolarse en su proyecto como un jugador importante. Le prometen la continuidad que ha perdido en las últimas tres temporadas, tiempo en el que tampoco tuvo fortuna con las lesiones.

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Otra baza con la que el Málaga intenta ganarse la predisposición de Víctor Campuzano es recordándole que su padre, Felipe Santiago Campuzano, también fue delantero del C.D. Málaga durante la temporada 88-89. Tuvo un paso muy modesto porque no logró cuajar quizás por su juventud, ya que tenía 21 años y venía procedente del filial del Barcelona en Segunda para sumarse a un proyecto de Primera. También tenía como competencia a Juanito, Esteban Vigo y Paquito entre otros.

Volviendo al presente, el Campuzano hijo es un delantero con diferentes características a las de su padre. Víctor es más pequeño (1,74 metros por los 1,83 de su progenitor), lo que le permite ser más hábil, técnico y rápido. Es más un jugador asociativo, ideal para jugar como segundo punta. En realidad puede jugar en todo el frente de ataque, tanto de punta como escorado en una banda. Así lo ha demostrado en el Sporting en las tres temporadas que lleva allí.

Llegó al club de Mareo en el mercado de invierno de la temporada 20-21 procedente del Espanyol, equipo donde dio el salto definitivo a la élite. Se formó en la cantera del conjunto perico, pero entre 2016 y 2018 estuvo dos temporadas en el filial del Real Madrid en Segunda B a las órdenes de Solari. En la temporada 18-19 logró sus mejores registros goleadores, con 15 tantos en Segunda B, lo que le abrió las puertas del primer equipo espanyolista, donde jugó en Primera el año del descenso y en Segunda durante media campaña hasta salir traspasado al Sporting.