El Málaga llega a la final por el ascenso sin apenas bajas
Larrubia deja a un lado sus molestias y vuelve a entrenarse con el grupo
Después de una temporada convulsa en la enfermería, el Málaga llega al último partido del curso, el más importante, sin apenas bajas. Nadie quiere perderse ... en la medida de lo posible este momento histórico y las molestias físicas quedan en un segundo plano. El corazón manda y la tensión de la situación mantiene a casi toda la plantilla blanquiazul preparada para la batalla.
El que estaba entre algodones últimamente era el atacante Larrubia, quien de hecho no pudo ser titular contra el Gimnástic en la ida por unas molestias. Realizó un calentamiento especial, mucho más largo que el resto, y pudo jugar en la segunda parte, siendo muy valioso a la hora de mantener el resultado de 2-1 y seguir aportando energía para aumentar la ventaja.
Esta semana, Larrubia empezó guardando algo de reposo por precaución, pero este miércoles ya se reincorporó al trabajo con el grupo en la segunda y última sesión de entrenamiento realizada en las instalaciones de Marbella Football Center, dentro de la 'mini concentración' llevada a cabo por la plantilla, que se hospedó la noche del martes en el mismo hotel de Estepona donde hicieron la pretemporada y donde estuvieron semanas atrás antes de comenzar los 'play off'. También está entrenando al mismo nivel que el resto Juan Hernández, uno de los últimos en abandonar la enfermería.
De modo que el Málaga sólo tiene ahora mismo de baja a sus únicos lesionados de larga duración, Haitam y Ramón, más al central Moussa, que sufre molestias en el tobillo y no estará disponible en Tarragona. Aunque ambos no están al margen en este tramo de la temporada y disfrutan como todos de las concentraciones y las actividades particulares que han fomentado desde el cuerpo técnico en estos momentos tan especiales de la temporada. Hace unas semanas estuvieron visitando la academia de alto rendimiento de baloncesto 'The Embassy', en Fuengirola, y el pasado lunes se pasaron por la piscina de Inacua en la capital.
El miércoles al mediodía terminó la última convivencia y los jugadores volvieron a sus domicilios. Este jueves han vuelto a trabajar en La Rosaleda, igual que harán este viernes, cuando por la tarde partirán en avión hasta Barcelona. Antes de embarcarse, se espera que cientos de aficionados vayan al aeropuerto desde las 16.00 horas para darle un último aliento a los jugadores antes de la final en Tarragona. Este miércoles comparecieron ante los medios los jugadores Juande y Sangalli, y este jueves está previsto que lo haga el entrenador, Pellicer.
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