El Málaga sigue sin un proyecto
Cuando se van a cumplir dos años de intervención, el club continúa con varios frentes judiciales abiertos que frenan su crecimiento
Cuando se cumplen este mes dos años de intervención del Málaga, el club sigue sin un proyecto que le permita crecer para buscar el ascenso ... tras superar la etapa más crítica. Su maremágnum judicial le impide tomar decisiones de calado. El administrador, José María Muñoz, no puede llegar más lejos de lo que le permite su puesto y el propietario, en este caso NAS Spain (a la espera del recurso ante el Supremo) está también controlado por el propio Muñoz y con sus accionistas divididos y muy alejados, con pocas opciones de llegar a acuerdos. En principio, el dueño del club continúa siendo Abdullah Al-Thani, que tendría más de la mitad de los títulos, pero está pendiente de varias acusaciones que lo pueden dejar en minoría.
El galimatías es tan importante que impide a la entidad dar un paso adelante en un momento clave. Las dos campañas anteriores fueron agónicas, pero se resolvieron de una forma brillante tanto en el terreno de juego como en las oficinas, lo que supone un éxito de máximo nivel por las circunstancias que rodearon al equipo y al club. Ahora, cuando el Málaga levanta la cabeza, el plan no puede variar en exceso: llegarán jugadores más caros y el tope salarial se situará en la zona media de Segunda. Y ya está. Nada más. Muñoz intenta preparar el futuro de la mejor manera, sobre todo de la forma más solvente, pero no puede desarrollar grandes objetivos, algo que siempre correspondería a los propietarios.
Sin margen de maniobra
La supervivencia, con distintos niveles, se puede convertir en el día a día de un Málaga casi bloqueado. El juicio civil está muy cerca de quedar resuelto, en los próximos meses, cuando falle el Supremo, mientras que el gran problema estará centrado en el caso penal, el que le costó a Al-Thani y a sus tres hijos exconsejeros (Nasser, Rakan y Nayef) la salida del club hace dos años. La instrucción del proceso sigue en el Juzgado número 14, pero la imposibilidad para tomarle declaración a los investigados está demorando la futura celebración del juicio: las autoridades de Catar, por ahora, no están colaborando con la comisión rogatoria que pretende que los Al-Thani puedan ser interrogados telemáticamente desde la embajada de España en Doha.
La marcha del administrador de una forma inmediata, asimismo, tampoco se plantea como una opción viable en este momento, pues sería MAS Spain quien pasara a controlar el club. Y en este caso, ¿quién lo dirigiría, el jeque con su mayoría de acciones o BlueBay, que pretende mantener la gestión de la empresa? Las circunstancias procesales, además, impedirían en este momento que se levantara la administración judicial, que ha sido prorrogada ya hasta agosto, otros seis meses más. La gestión actual del club está teniendo muchas ventajas para la entidad, pero también cuenta con unas limitaciones de difícil solución.
LA CIFRA
50,4
Este puede ser el porcentaje de acciones con el que se quede, aproximadamente, el jeque Abdullah Al-Thani en el club si el Tribunal Supremo ratifica la sentencia de la Audiencia Provincial de Málaga. Esta partida, además, puede rebajarse aún más en el caso de que las futuros fallos judiciales le pudieran ser tan contrarios en el campo penal. De ahí que la el expresidente sigue siendo mayoritario, pero no se descarta que pudiera dejar de serlo.
Aunque el Málaga, como resto de clubes, esté recibiendo ya el dinero por el acuerdo de LaLiga con el fondo de Inversión CVC Capital (al club de Martiricos le corresponden 44,6 millones), estás partidas tienen un claro destino que está previsto, lo que permitirá el saneamiento casi completo de la entidad y la construcción y mejora de instalaciones (se levantará La Academia y se hará una reforma en La Rosaleda). De ahí que siga todavía presente la opción de poner en marcha una ampliación de capital, algo que sí clarificaría quién será el principal accionistas cara al futuro.
En este caso, el jeque estaría en condiciones de mantener su parte de la propiedad (ahora mayoritaria si se tiene en cuenta su parte de NAS Spain, aunque podría variar por las acusaciones sobre la procedencia de algunas otras acciones), lo que le permitiría continuar al frente del club cuando quede resuelto el proceso penal. Pero todo sería muy diferente si Al-Thani no acudiera a esta ampliación o perdiera parte de la propiedad por los procesos judiciales abiertos. De hecho, ahora tiene embargados de forma preventiva todos sus títulos del Málaga y el resto de sus bienes y los de sus hijos en nuestro país.
El tercer actor de esta película, después del administrador y el jeque, es BlueBay, que está pendiente del Supremo para que su sentencia sea firme y disponga del 49 por ciento de NAS Spain, lo que supone algo más de 47 por ciento del Málaga. La situación accionarial puede ser cambiante por los procesos judiciales, lo que puede dejar a la hotelera, en su caso, como mayoritario del Málaga. De hecho, responsables de esta empresa (Jamal Satli, su presidente, o Gonzalo Hervás, su director general) tiene previsto ya el proyecto que pondrían en marcha en el caso de que tuvieran que hacerse cargo del equipo y el club blanquiazul.
Y también es importante destacar el interés que está despertando el Málaga en otras empresas inversoras, que han intentado sin éxito acercarse a la entidad de Martiricos. Algunas de ellas estarían dispuestas a comprar el club para poner en marcha un proyecto fuerte, pero en este momento es imposible. Es previsible, de esta manera, que la situación actual se alargue y que el Málaga siga, por ahora, sin un proyecto claro, dejando más bien al azar las posibilidades de un éxito claro y contundente.
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