LaLiga quiere entrenamientos ya el próximo lunes y volver a jugar el 29 de mayo o 5  de junio

LaLiga quiere que vuelva el fútbol cuanto antes, de ahí que durante la última semana se hayan sucedido las reuniones por videoconferencia con los distintos clubes de Primera y Segunda. Todo ello ha desembocado en el protocolo definitivo que se les ha remitido a los clubes y que, en el caso del Málaga, fue analizado el sábado por la mañana en una cita en el estadio La Rosaleda por el administrador judicial, José María Muñoz; el entrenador, Sergio Pellicer, y otros miembros del cuerpo técnico.

Ese protocolo de LaLiga también fue ultimado debido a que estaba fijada una reunión durante el fin de semana con la secretaria de Estado para el Deporte, Irene Lozano, clave para contar con el respaldo del Gobierno cara a reanudar las dos competiciones profesionales. Esa cita se celebró el sábado en el Palacio de Viana (Madrid) durante ocho horas y junto al presidente de LaLiga, Javier Tebas, estuvo el presidente de la Federación Española (RFEF), Luis Rubiales. Que estos dos dirigentes se sentaran en la misma mesa y durante tanto tiempo supuso un gran avance. El Consejo Superior de Deportes mostró ayer su agradecimiento a LaLiga y la RFEF por «su generosidad y la voluntad de alcanzar acuerdos, así como de seguir trabajando en el corto, medio y largo plazo para diseñar el futuro del fútbol español tras la pandemia».

La esperanza de la patronal de clubes radica en que el Gobierno incluya el fútbol entre las medidas de relajación del confinamiento para el próximo lunes, tal como va a suceder con los niños menores de 12 años. De este modo, ya se podría poner en marcha la segunda de las cuatro fases incluidas en el protocolo remitido a los clubes, ya con los entrenamientos de los jugadores en solitario en la ciudad deportiva o en la instalación elegida por cada equipo. En lo que respecta al Málaga, ya se ha definido que será el estadio La Rosaleda con el campo principal y el Anexo. De hecho, Muñoz, Pellicer y los otros citados el sábado supervisaron el estado de las instalaciones de Martiricos.

Cabe recordar que el protocolo incluye cuatro fases definidas para que los futbolistas lleguen en un estado óptimo para reanudar la competición. La primera ya está en marcha, con la preparación de los futbolistas en casa. La tercera consistiría en las sesiones por grupos, con un número limitado de futbolistas (en concreto, ocho), y la última pasaría ya por la vuelta a los entrenamientos colectivos.

Pero a esa buena sintonía tras la reunión entre el CSD, la RFEF y LaLiga deberá sumarse la evolución de la pandemia por el COVIP-19 durante esta semana. Si la cifra de fallecidos y contagiados mantiene la tendencia a la baja sí sería factible que los clubes de fútbol ya pudieran volver a trabajar el próximo lunes. Para ello, LaLiga confía en el visto bueno de las autoridades sanitarias después de haber presentado el protocolo con todas las medidas para garantizar la seguridad y la salud de los jugadores y sus familiares, del cuerpo técnico y de todos los trabajadores de los clubes, Así, se prevén test diarios a los profesionales y serológicos cada cierto tiempo antes del inicio de la competición. Llegarían al recinto de trabajo en sus respectivos coches ya cambiados y con una diferencia de 15 minutos entre ellos. Además, si los jugadores utilizan el mismo material, este tendrá que ser desinfectado.

La última fase, el regreso a la normalidad, será clave. Todos los componentes de la plantilla ya se ejercitarían juntos, aunque con estrictas medidas de higiene y desinfección. Todo, con el objetivo de evitar que se produzca un positivo; en caso contrario, se aislaría al jugador, se harían pruebas a todo el grupo, se desinfectarían las instalaciones y habría controles diarios.

Todo ese proceso conduciría a la reanudaciòn de los campeonatos en Primera y Segunda. LaLiga confìa en que el Gobierno dé el visto bueno a que el próximo lunes comiencen los entrenamientos personalizados para que pueda estar más clara la fecha de los primeros partidos. Y en este sentido se manejan dos. En el mejor de los casos, si se pudiera trabajar desde el lunes, sería el viernes 29 de mayo; de arrancar el 4 de mayo, los encuentros comenzarían el 5 de junio. Entre los clubes, más cautos, se ve más factible esta última opción.

Lo que sí está más que definido –y no supone una sorpresa– es que todos los partidos se disputarían a puerta cerrada. La ausencia de público supondría unas pérdidas de 303 millones, según los cálculos presentados por LaLiga a la Asociación de Futbolistas, pero al menos la reanudación de los partidos en Primera y Segunda permitiría salvar 653 millones gracias a que estaría asegurado el ingreso por los derechos televisivos.