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La comparecencia de José González para analizar el choque ante el Getafe, que cerrará mañana la temporada en el estadio La Rosaleda, ha estado rodeada de autocrítica y balances. «Tenemos que competir como si fuera otro partido cualquiera. Y de buenas a primeras hemos hecho el ridículo en una situación que los jugadores no se merecen. Espero que mañana no se repita. Quizás uno de mis fallos haya sido defender mucho a la plantilla», ha destacado.
También ha mostrado cierto malestar y resignación a la hora de analizar las numerosas bajas de la plantilla cara a la despedida liguera. «Tenemos medio equipo lesionado», ha comentado, mientras que a la pregunta sobre las causas de estos problemas físicos de tantos futbolistas, el técnico ha afirmado: «Concurren muchas circunstancias que llevan a esta situación».
Asimismo, ha indicado que no se había planteado quién va a ser mañana el capitán, ya que todos serán baja para mañana. «No lo sé. Es un dato que se me ha pasado. Preguntaré en el club. Buena pregunta». Respecto a las circunstancias que concurren en este último partido, Jose ha señalado: «Es duro, pero hay que apechugar. Son nuevas experiencias para casi todos nosotros».
Respecto al balance final y a sus perspectivas sobre el Málaga, Jose ha sorprendido aportando algunas soluciones, según su punto de vista. «Creo que es necesario recuperar una identidad. Tengo muchos buenos amigos malaguistas, y es necesario que los pueda escuchar. Es difícil. No creo en los mesías. Pienso más en la organización», ha explicado, a la vez que ha agregado: «Hay que sacar lecturas y conclusiones importantes cara al futuro del club. Por eso me gustaría, desde fuera, que se escuchara a mucha gente. Cada semana encontramos a exmalaguistas y malagueños. Veo que mucha gente ha ayudado a crecer al club y merece ser escuchada. Muchos entrenadores y exfutbolistas como Tapia, Peralta, Salguero, Juan Rodríguez, Duda, Weligton... Para que se hagan las cosas desde cero».
Sobre su trabajo particular también aporta autocrítica: «Me voy decepcionado conmigo. Aunque veníamos a resucitar a un enfermo que estaba en la UVI, pero me he desilusionado, porque al menos no he conseguido ni meterlo en la palea. Me he equivocado en muchas cosas. Es necesario que todos hagamos autocrítica. Pero muchas veces el gol esconde muchas miserias».
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