¿Ha llegado la hora de Izan Merino en el Málaga?

Es en este último capítulo donde puede entrar en juego el nombre de Izan Merino, que ha exhibido un excelente rendimiento en el Europeo sub-17, del que fue apeado España anoche en semifinales ante Francia. El central o medio centro defensivo malagueño es la otra gran perla de La Academia malaguista, junto a Álex Calvo. Se trata de un jugador poco más de dos años más joven, pero sobre el que todos los técnicos en el club tienen una confianza clara de una proyección en el fútbol profesional.

Con 17 años recién cumplidos, siempre ha sido un adelantado por edad en la categoría en que ha jugado, porque el año pasado, siendo cadete ya debutó con el División de Honor juvenil, y en esta ha tenido partidos en este equipo y en el Atlético Malagueño, con el que llegó a jugar en la eliminatoria de ascenso a Segunda RFEF ante el Jaén.

Izan Merino (no confundir con otro Izan de La Academia, Fernández, un delantero del filial) ingresó en el Málaga de benjamín y siempre había sido central, hasta este curso, en el que ha acabado asumiendo también la demarcación de medio centro defensivo, donde se estrenó en La Virreina. De él destacan su gran posicionamiento, las conducciones en la salida del balón, un preciso desplazamiento del mismo, pocas pérdidas con el esférico y buen nivel recuperador. Izan Merino es un alumno aplicado en lo táctico y ya ha estado algunos días entrenándose con el primer equipo, a las órdenes de Sergio Pellicer, al que dejó una grata impresión.

La progresión de Izan Merino, del que se habló incluso en la amplia comparecencia del director general, Kike Pérez, y el administrador judicial, José María Muñoz la semana anterior, genera debate, máxime cuando ahora el primer equipo ha descendido al tercer escalón del fútbol español, a Primera RFEF. Una categoría en la que ,además, hay una cuota obligada de jugadores sub-23. Con menos salto de categorías para un joven, con la economía reducida y con un proyecto de cantera a medio y largo plazo que pretende implantar la nueva dirección deportiva, con Loren al frente, se hace complicado pensar en que este nuevo diamante no vaya a tener opciones de estar, si no en el equipo, sí al menos en la pretemporada y entre los que puedan orbitar cerca con más opciones de jugar.

Una buena muestra de la proyección de Izan Merino (1,83 metros) ha sido su presencia los últimos días en el Europeo sub-17, en Hungría. Hasta la derrota de ayer ante Francia (que remontó un gol del azulgrana Yamal para imponerse por 1-3), el malagueño jugó en tres posiciones distintas: de 'pivote' en el 2-1 a Italia, de central en el 3-1 a Eslovenia y de lateral derecho en cuartos de final en el 3-0 a Irlanda. Recibió muchos elogios de los medios por sus prestaciones y, curiosamente, España no ganó en los partidos que estuvo ausente, no se sabe si por decisión del seleccionador de la categoría, Julen Guerrero, o por molestias.

A Izan Merino se le esperaba anoche ante Francia, pero no entró ni en la ruleta de cambios, como otro boquerón en la convocatoria, el lateral zurdo Dani Muñoz, un esteponero del Atlético de Madrid juvenil que se ha visto desbancado por el madridista Mesa. Lo curioso es que Merino no estaba siendo habitual en las convocatorias de este combinado, pero acudió hace semanas a una preconvocatoria de Guerrero (que trabajó hace años en La Academia malaguista en la tecnificación) de 26 jugadores y pasó el corte con nota.

Esta circunstancia ha revalorizado su cartel, como lo hizo su buen papel en la Copa del Rey de juveniles ante el Barcelona y el Real Madrid. El club asegura que está bien protegido por una cláusula, pero nadie está a salvo de grandes ofertas, y sería difícil convencer al malagueño para quedarse si no observa perspectivas claras de entrar en los planes de la primera plantilla de una forma más o menos decidida.

Izan Merino está bajo la lupa de muchos clubes, como el cordobés Álex Calvo, que tiene todas las papeletas de acudir al Europeo sub-19, desde el 16 de julio en Malta, al haber estado en las últimas convocatorias. Uno y otro, pese a ser perfiles muy distintos de jugador, son los últimos grandes frutos de La Academia.