Funes, ante una ocasión única como interino del Málaga

Aún así, es una oportunidad única para Funes ser interino del primer equipo del Málaga tras una más de una década en banquillos de Segunda B y sobre todo Tercera. Un hito para su carrera que le llega como entrenador del Atlético Malagueño, donde aterrizó hace una temporada y media junto al exjugador malaguista Bravo, que es su ayudante ahora y también ha subido con él al primer equipo.

Aunque Funes será reconocido por una parte de la afición, la que sigue a la cantera especialmente, su vinculación como encargado del segundo equipo malaguista no evita que pueda ser un desconocido para otro sector de la afición. Natural de Loja, fue futbolista en categorías regionales y se retiró pronto para aceptar la oferta de Fernando Estévez para ser su segundo en el Loja.

Allí pasó casi un lustro antes de plantearse su trayectoria en solitario, que también comenzó en el club de su ciudad y se prolongó en el Vélez antes de volver con Estévez al Guijuelo de Segunda B. Al año siguiente volvió a Loja, donde tuvo una etapa desagradable al sufrir un caso de amaños de partidos en su plantilla. «En el descanso de ese partido mi capitán me avisó de que pasaban cosas extrañas, y cuando fui a preguntarle a los jugadores me reconocieron lo que hicieron. Fue un momento triste para mí y decidí no seguir entrenando», contó a SUR tiempo después ya como técnico de El Palo, donde recuperó las ganas y logró buenos resultados.

Su buen hacer en el conjunto paleño durante tres temporadas y media (en dos jugaron fase de ascenso) le abrió las puertas del filial del Málaga en verano de 2020. Fue un gran paso que le cambió la vida porque la exigencia del Atlético Malagueño le obligó a tomar la decisión de pedir una excedencia como maestro de educación física. Antes había compaginado casi siempre su trabajo con los banquillos.

«Para cualquier entrenador, sobre todo con el recorrido que he podido tener, llegar hasta aquí, además de ser motivante e ilusionante, conlleva una responsabilidad muy grande», valoró Funes en su llegada a La Academia, donde está viviendo una complicada y exigente coyuntura desde el principio. La temporada pasada, a pesar de perder a jugadores importantes cada dos por tres por las necesidades de la primera plantilla, tuvo opciones de ascenso hasta el final (perdió la final contra el Antequera).

En la vigente campaña, en la recién creada 3ª RFEF, los resultados están siendo mucho peores. Después de 18 partidos de Liga es octavo con un balance de siete victorias, cuatro empates y siete derrotas. Un rendimiento por debajo de lo previsto para un filial que esperaba luchar por los puestos de arriba después de mantener a algunos canteranos conocidos por su paso por el primer equipo como Ale Benítez, Quintana, Larrubia, Loren, Julio o Haitam.

«Es un entrenador metódico a nivel táctico, analiza muy bien a los rivales y cuenta con una gran lectura de juego. Luego ha demostrado ser un buen gestor de grupo, pero claro que en vestuarios de Tercera. A mi me sorprendió mucho y no conozco a ningún jugador que hable mal de él. Creo que tiene capacidad para hacer un buen papel en esta situación», cree Juanchu Lumbreras, director deportivo de El Palo y quien fichó a Funes para entrenar en el San Ignacio.

Ahora Funes volverá a entrenar a Antoñín. Ya tuvo al atacante en El Palo cuando este era juvenil de segundo año y se marchó allí cedido durante una segunda vuelta donde despuntó con una reconocible suma de goles (7). En aquel equipo, Funes utilizaba a Antoñín como delantero centro, algo que el jugador ha vuelto a experimentar en el Málaga esta temporada por las exigencias del guion, aunque no con el mismo éxito que en El Palo.