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Lección de malaguismo en La Rosaleda
El conjunto femenino, que hizo historia al jugar en el estadio este jueves, eliminó al Zaragoza en la Copa de la Reina tras la tanda de penaltis que concluyó 4-2
Si lo de ayer no fue una lección de malaguismo, que venga Dios y lo vea. Quien elige este escudo, debe aprender a sufrir y ... de sentimientos no entienden los géneros. El Málaga femenino hizo historia por la puerta grande este jueves, debutó en el templo de Martiricos por primera vez en su historia bajo la denominación actual (antes lo hizo el Atlético Málaga en 1999) y selló, en un agónico partido de casi tres horas, el primer triunfo de la sección femenina del club en el estadio. Un día que, de seguro, ninguna de las protagonistas de este encuentro, podrá olvidar en su vida: 120 minutos sin goles, una prórroga exhaustiva y una tanda de penaltis antológica, que concluyó con un brillante 4-2 que sirvió a las de Ayales, coltadas por 2.245 aficionados, eliminasen al Zaragoza en la Copa de la Reina.
La primera mitad llevó el sello blanquiazul. El conjunto de Ayala, intentó desde el primer minuto atar en corto al Zaragoza y buscar la verticalidad que viene demostrando en Liga. Sin embargo, ante un conjunto con jugadoras más veteranas y de una categoría superior (Segunda), no resultó nada fácil. Sí que hubo un marcado dominio malaguista en la primera mitad en cuanto a posesión y presión en el área rival; sin embargo, a la hora de finalizar, el equipo seguía recurriendo una y otra vez en su pichichi, Torralvo, aun viendo que siempre permanecía en el punto de mira de la vigilancia de hasta tres defensas, que acababan cortando todas sus jugadas.
La primera ocasión local llegó por mediación de Mérida, con un tiro desde más de 30 metros que se estrelló contra el larguero antes del minuto 15. Instantes después, llegaría la primera reacción del Zaragoza, muy parado a nivel ofensivo. Eso sí, con la entrada de Nachula, el cuadro maño adquirió más de ritmo y generó más peligro en el área rival, sirviéndose de jugadas a balón parado que, por fortuna, no llegaron a materializarse. Justo antes del descanso, Bertuchi, con una falta directa que chocó de nuevo con el larguero, dio esperanza al conjunto cara local cara a la segunda mitad.
La segunda parte pedía a gritos un gol, pero los minutos pasaban y éste no llegaba, lo que no hacía más que generar imprecisiones y nerviosismo en un Málaga que, por otro lado, seguía manteniendo la posesión. Torralvo y Tete siguieron liderando los intentos por crear alguna jugada de peligro, pero el Zaragoza cerró de manera impecable sus líneas y no dejó huecos para la penetración malaguista.
Hubo lagunas de intensidad en esta segunda parte, comenzaba a pesar el cansanco y las ocasiones claras seguían sin aparecer... Al menos hasta los últimos 10 minutos en los que, intentando evitar la prórroga, sendos conjuntos dieron un ritmo frenético al encuentro. Álvarez firmó hasta dos tiros a puerta que tuvo que frenar la meta local,Arrabal. Mientras, Torralvo, incansable, seguía peleando cada balón que le llegaba pero se perdía en sus intentos antes de chutar siquiera. Se acabó el tiempo y, al tratarse de una eliminatoria a partido único, llegó la prórroga. La intensidad le pudo al cansancio, pero el gol seguía sin entrar... Y llegaron los penaltis. Una histórica y agónica tanda que tuvo una clara protagonista, María Arrabal, que no sólo detuvo dos tantos cantados en la prórroga y alguno que otro durante el encuentro. La cancerbera malagueña brilló con dos paradas en la tanda de penaltis, lo que dio aún más confianza a las locales, que no fallaron. Anotaron Farfán, Carlota, Clo y Claudia, por lo que de nada sirvieron los tantos de Valej y Álvarez para las mañas. La historia pedía que este triunfo fuera para el malaguismo.
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