Fallece Fernando Puche, uno de los presidentes más importantes de la historia del Málaga

Fernando Puche fue presidente del Málaga entre 1997 y 2001, y con él se vivió el ascenso de Segunda B a Segunda y el de Segunda a Primera, precisamente el día de su onomástica, un 30 de mayo de 1999, quizás también en la mayor explosión de júbilo deportiva en la capital de Málaga de las últimas décadas, por el largo periplo que llevaba el equipo sin jugar en la élite, y con una imagen incónica del Paseo del Parque en el que una masa de miles de aficionados rodeaba al autobús del equipo.

El empresario Antonio Asensio, ya propietario de la mayoría de acciones del Málaga, habló en 1997 con Fernando Puche para que fuera presidente y se firmó ante notario la compra de las acciones de Federico Beltrán. Comenzó así una muy fructífera etapa en fichajes y decisiones acertadas en la gestión.

Puche, muy vinculado al carnaval y que también fue empresario de la plaza de toros de La Malagueta, no buscaba la notoriedad, pero entró a colaborar en la última etapa del Club Deportivo Málaga junto a empresarios amigos como el mencionado Beltrán y el recientemente fallecido también Eduardo Padilla.

Fue el cierre de La Rosaleda por el Banco Hipotecario lo que llevo a Puche a implicarse más con el Málaga y se recuerda también que costeó de su dinero un viaje del equipo informado por el actual consejero Martín Aguilar de los problemas económicos.

Puche también fue clave en la continuidad de Peiró en el banquillo. Tras un empate en el campo del Barcelona B en Segunda fue informado por Asensio de que José Mari Bakero se haría cargo del banquillo con ayuda de Burgueña, entonces al frente de la cantera, pero se opuso a esa decisión y amenazó con salir, lo que mantuvo al técnico, que luego cubrió un ciclo de lo más exitoso.

Con negocios hoteleros en Cuba y al frente de una consignataria de buques en el Puerto de Málaga, fue encausado y pasó un breve tiempo en la cárcel por contrabando de tabaco. La operación salió a la luz a finales de 1999 y eso acabó sacándolo de la presidencia. Pese a este suceso, quienes le conocieron valoran la buena gestión deportiva en el Málaga, su sexto sentido para tener claro quién podía tener éxito o no en el mundo del fútbol, su cercanía a los jugadores y la simpatía que generaba su sencillo vocabulario, con errores gramaticales o de expresión que generaban bromas amables.

«Al Thani es una de las peores cosas que le han pasado al Málaga», se sinceró en una de sus última entrevistas, crítico con la condena que suponía al club estar atado de pies y manos por un largo proceso judicial. La pasada campaña fue homenajeado en La Rosaleda junto a otros presidentes, en su última imagen pública en ella, en la conmemoración del 125 aniversario del fútbol en Málaga, en un partido ante el Ceuta.