'Expediente Rahmani': segundas partes nunca fueron buenas

Rahmani estaba cedido por el Almería y al acabar el curso el Málaga no ejerció una opción de compra de un millón de euros de la que disponía y regresó a su club de origen, que lo traspasó al Eibar. Este verano, al coincidir las lesiones de Lobete y Kevin, la entidad de Martiricos optó cerca del final del mercado por un sexto fichaje, cuando en principio sólo iba a quedarse en cinco, y lo eligió a él, a sus 29 años (el 12 de mayo llegará a la treintena).

El problema de Lobete en un hueso de un pie a la postre fue mucho menos de los diagnosticado inicialmente, pero Rahmani llegaba avalado por Pellicer, que ya disfrutó del hispanofrancés en esa primera etapa. Pero suele decirse en el mundo de la producción artística (cine, literatura o música) que segundas partes nunca fueron buenas, y a fe que se está cumpliendo en el caso del extremo malaguista, irrelevante hasta ahora, cuando quedan ya sólo ocho jornadas para la conclusión de la temporada.

Hablar de 22 partidos ligueros jugados por Rahmani esta campaña puede resultar un tanto engañoso. En realidad no ha completado ninguno y sólo fue titular en siete de ellos. Lo más que llegó a jugar de forma continuada fueron los 75 minutos del 2-2 en Granada, justo un encuentro después de los 74 en el 1-0 al Huesca. También fue alineado de salida en Córdoba (0-0) y ante el Elche (0-3), con lo que encadenó cuatro choques en el once inicial, y hay que sumarles los 58 ante el Racing (0-0), otros 45 en Castellón (2-0) y 58 en Albacete (2-0).

El resto de minutos, hasta los 654, fueron pequeños ratos al final de partidos, en un intento de que ejerciera como revulsivo por su velocidad y cambio de ritmo, para un global que no permite tampoco restarle hierro al hecho de que no se recuerde a día de hoy algo de valor para el equipo en la aportación de Rahmani.

La decepción del malaguismo tiene mucho que ver también con las expectativas que generó su llegada y el recuerdo imborrable de un jugador de banda con mucha determinación, velocidad y capacidad de desequilibrio.

A estas alturas del curso Pellicer parece no perderle la fe, quizás por las bajas prestaciones de su competencia más directa, pero ha sorprendido más de una vez que el perjudicado sea un Antoñito que sigue siendo de largo a día de hoy el hombre más determinante en ataque en el Málaga, con cinco goles y siete asistencias. Ante el Córdoba sucedió así. Yanis salió antes al campo. La investigación del 'expediente Rahmani' sigue su curso, a la espera de un resultado más concluyente.