Pepe Mel: «El Málaga va a jugar bien al fútbol y va a enganchar a la gente»
El técnico blanquiazul hace balance de sus dos primeras semanas en el club, se muestra entusiasmado con su nuevo reto y explica sus ideas con el equipo
Pepe Mel (Madrid, 1963) ha tenido poco tiempo libre desde que el pasado 21 de septiembre fichase como entrenador del Málaga para ocupar la ... vacante de Pablo Guede. Cuando se cumplen dos semanas en el cargo, el experimentado técnico, con 160 partidos dirigidos en Primera División y 413 en Segunda, saca un hueco para expresarse y atender a las preguntas de SUR en una conversación que se llevó a cabo este miércoles en la grada de Preferencia de La Rosaleda, un estadio al que considera uno de los templos del fútbol y donde quiere triunfar.
El preparador del club blanquiazul analiza sus primeros pasos al frente del equipo, y se muestra entusiasmado y convencido de que «vamos a jugar bien al fútbol». Su misión es reconducir un proyecto ambicioso que no termina de arrancar. Habla de una plantilla de solistas con los que espera poder formar una buena orquesta, aunque reconoce que es un proceso que necesita un tiempo porque su forma de trabajar es muy diferente a la del anterior técnico. También opina que es necesario fichar un lateral izquierdo.
-¿Qué valoración hace de su aterrizaje en el Málaga después de dos semanas y de sumar dos empates?
-Los jugadores están respondiendo bien a una metodología totalmente diferente, porque soy un entrenador diferente a Pablo Guede. Yo he vivido ese proceso de futbolista y sé que tiene un tiempo, pero lo que sí puedo decir es que absorben todo lo que yo les propongo y lo lleven a cabo. Ahora sólo falta que las cosas empiecen a salir. Creo que en el primer partido se vio el Málaga que podemos ser y en Santander estuvimos 'fallones' con el balón, y eso en nuestra forma de jugar y dominar los partidos nos crea problemas.
-¿Cuáles son las principales carencias que debe corregir el equipo?
-Más que ver carencias o problemas, me planteo que les debo explicar una forma de hacer las cosas y no me baso en lo que se haya hecho mal antes. Creo que hay que convencer al jugador sobre cómo pienso que es la mejor manera de actuar. Esa es para mí la clave.
-¿Son factibles las soluciones a medio plazo?
-Estoy seguro de que sí. También es cierto que poco a poco vamos a recuperar lesionados y que nos harán ser mejores cuando estén. Quiero un Málaga, sobre todo en La Rosaleda, que sea mandón y que contagie a la gente. Y para conseguir eso sólo hay una manera, que es exponer y proponer.
-Coge una plantilla diseñada bajo el mando de otro entrenador, ¿le parece un equipo compensado?
-Ahora sí que no lo es porque las lesiones han provocado que no esté compensada. Desde que yo he llegado hemos sufrido tres lesiones que son de quirófano. Moussa hizo un partido espectacular en su debut y se rompió un hueso del pie. A Víctor Olmo le bajamos para que jugase con el filial y sufrió una importante lesión de rodilla. Y estamos esperando qué sucede con Murillo. Entonces, lo que tengo claro es que en mi cabeza la Liga empezó cuando yo llegué, y vamos con el déficit de que los jugadores y yo no hemos tenido el tiempo que nos permite conocernos. Pero en el fútbol es fácil entenderse y enseguida te enganchas con una idea. Cuando tengamos un resultado favorable creceremos mucho más.
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TRABAJO
-Precisamente la lesión de Víctor Olmo deja el lateral izquierdo con Javi Jiménez como único efectivo, ¿se plantea fichar a un jugador libre? ¿Es Toño García una opción?
-Estamos mirando el mercado. Al tener Víctor Olmo ficha del filial no le vale al club el hecho de su lesión para firmar a otro jugador con equipo, por eso tenemos que fichar a un futbolista que esté en el paro. Por lo tanto, el mercado es muy reducido, porque además la posición de laterales izquierdos es oro en paño, pues imagina si hay que decidir sobre jugadores sin equipo. Estamos escarbando y buscando jugadores. Tanto Manolo como yo tenemos claro que hay que intentar hacer algo ahí. Toño es una de las opciones, pero me gustaría poder hablar con él. Su caso es peculiar. Sé que ha tenido ofertas en verano y no las ha aceptado, por eso quiero que me explique su situación. Para mí el éxito o el fracaso de un vestuario está en la armonía y el convencimiento de todos como equipo, y eso es fundamental.
-Las aspiraciones de ascenso del equipo se quedan en el aire ahora mismo...
-Cuando en verano te pones el listón lo más alto posible, a la primeras de cambio se te cae el puzle con un traspié. Pero creo que nosotros tenemos que mirar lo inmediato, y eso es el partido contra el Andorra. En nuestra situación no debemos mirar más allá. Quieras o no, el futbolista cuando ve la clasificación merma la confianza, y precisamente es lo que tenemos que recuperar.
-¿Qué Málaga se ha encontrado con su actual coyuntura institucional y deportiva?
-Los entrenadores cuando llegamos a un club con la temporada empezada es porque las cosas van mal, uno que va primero no te llama. Pero a mí lo que me preocupa cuando llego es la cabeza de los jugadores, y lo que puedo decir es que todos los síntomas del equipo es que va a avanzar bien. No diré si conseguiremos algo brillante, pero sí que estoy convencido de que el Málaga va a jugar bien al fútbol y que va a enganchar a la gente.
-¿Casi diez meses sin ganar en casa genera ansiedad?
-Muchas veces se nos olvida que el fútbol es jugado por personas con sus problemas particulares y de grupo. Al final, por eso no hace mucho entró con fuerza la figura de los psicólogos a los vestuarios. No todo el mundo reacciona igual al salir a un estadio como La Rosaleda y la responsabilidad de decir aquí estoy yo. Hay dos tipos de futbolistas: el que no se esconde y la quiere; y el que intenta pasar desapercibido. Voy a intentar que todos los jugadores del Málaga quieran exponer.
-¿Por qué no funciona una plantilla que por nombres se presupone con mucho potencial?
-Es que es una plantilla con muy buenos nombres. Tenemos muy buenos solistas y ahora hay que hacer la orquesta. Ese es el problema. Tiene que empezar a usar el plural, y es algo fundamental en el fútbol. No es que sean individualistas, pero tienen que acoplarse a una forma de hacer las cosas. Por ejemplo, si queremos que Rubén Castro esté lo más cerca posible para hacer gol, él tiene que entender que el trabajo de sus compañeros que le favorece a él necesita de su labor en otras parcelas. Ahí empezamos a ser un equipo.
-¿Qué rol debe tener precisamente Rubén Castro? ¿El equipo debe jugar para él?
-No, a ver. Rubén es un jugador que tiene algo muy bueno, que es que del centro del campo hacia adelante entiende el juego de maravilla. Entiende lo que pide la jugada, intuye dónde va a acabar el balón, y por eso es un goleador. Con él tenemos garantizado que si el balón está muchas veces en el área rival él va aprovecharlo. De ahí que tenemos que explotar eso. Pero todo va unido. Si recuperamos la pelota a 60 metros de la portería contraria, Rubén Castro difícilmente va a tener opciones.
-¿Tiene alguna idea de los canteranos con los que más va a contar? ¿Tiene alguna apuesta más pendiente?
-Las bajas de Moussa, Murillo y Víctor Olmo nos han matado. Pero hay futbolistas que ya tenía vistos. Como por ejemplo Dani Lorenzo me parece un jugador magnífico que seguramente nos va a ayudar mucho este año. Haitam tiene algo de lo que la plantilla carece, como es el 'uno contra uno' o irse por banda. Todo eso lo vamos buscando. Aún no he podido, pero yo soy de ver a los equipos de la base. Está bien que te lo digan, pero es mucho mejor verlo y meterse en faena. Luego, el éxito llega si el entrenador del primer equipo se atreve a ponerlos, y conmigo ese problema no va a existir.
-En relación al cuerpo técnico. Apuesta por el exfutbolista Nacho Pérez como segundo entrenador...
-He tenido muchas charlas con él a lo largo del tiempo. Es un chico que quiere sentir el fútbol y que va a crecer en el fútbol, y será un gran primer entrenador. Ojalá Pepe Mel esté aquí tres o cuatro años y luego sea Nacho el que se quede. Sería magnífico porque significa que al Málaga irá muy bien.
-Entrenó en Primera y en Segunda, sobre todo en esta última. ¿Qué grandes diferencias encuentra entre las dos categorías?
-Cerca de 200 en Primera y más del doble en Segunda. Y también he estado en la Premier, que es bastante diferente al fútbol español. Lo que pasa es que en Segunda, en verano, de los veintidós equipos, hay dieciocho que dicen que el objetivo es el ascenso, y se preparan para ello. Al final hay quince fracasos, por eso esta categoría tritura a jugadores, aficiones y entrenadores. Y eso no va a cambiar. Se puede preguntar en Zaragoza, en Gijón... Son ciudades y equipos de Primera. Eso es una nuestra de lo que es esta Liga.
-¿Había hablado con el Málaga antes de su fichaje?
-Hablé con Manolo hace mucho tiempo. Me dijo que le gustaba conocer a los entrenadores, algo que me parece bien. Creo que eso es trabajar bien, estar preparado para lo que puede venir. Me comentó que tenía diferentes charlas. Hablamos del Málaga, de cómo lo veía yo... Estoy hablando de antes de que terminara la temporada pasada, cuando no estaba ya en Las Palmas. Venir aquí fue al final. Me llamaron por la noche cuando había salido Pablo. De lo contrario no hubiera venido.
-Hace diez años, cuando al Málaga lo sancionó la UEFA, usted fue uno de los pocos que salió en defensa de la entidad blanquiazul...
-El equipo se ganó el derecho en el campo de darle una alegría a Málaga y todos sus aficionados de estar en Europa, y nunca tuvo que perderlo en los despachos. El deporte está por encima de todo y el equipo merecía estar ahí, porque hizo una temporada espectacular. Me pareció injusto. El club y la entidad es una cosa, y el equipo es otra.
-¿Qué imagen tenía del Málaga antes de venir?
Los recuerdos que tengo son de las muchas veces que he venido a competir. Para mí una cosa fundamental a la hora de decidirme por fichar por un equipo es si está en una ciudad futbolera, y Málaga respira fútbol. La afición y el estadio es fantástico. Es un club para disfrutarlo.
-¿Le lanzaría algún mensaje a la afición? ¿Alguna promesa?
-Prometer sobre algo que es un juego es muy atrevido e inconsciente. No puedo prometer que voy a ganar en el casino o que voy a cantar un bingo, o que voy a ser campeón de la Liga Endesa de baloncesto. No. Puedo prometer que el equipo va a saber a lo que juega o que se dejará en el campo hasta la última gota de sudor. Eso es lo que quiero que la gente vea. Para mí sería una satisfacción enorme, y se lo he dicho a los jugadores, que el Málaga vistiera otros colores y que alguien que pasara por allí dijera que ese es el Málaga. Cuando consigues eso en un equipo es maravilloso.
«Soy urbanita, me gusta vivir en el centro de la ciudad»
-'Los asesinos de la Xana' es su último libro, de este mismo año. ¿Qué le aporta la escritura? ¿Encuentra alguna relación con el fútbol?
-No tiene ninguna relación con el fútbol. Con esto encuentro paz, me evade. El hecho de preparar y formarte para escribir un libro me hace dejar el fútbol a un lado. Es un 'hooby' desde que era pequeño. Tengo cinco libros publicados, pero he escrito otros muchos que no me he atrevido a publicar. Es una forma de evadirme. Esta claro que con nuestra profesión, con tantos viajes, aviones, hoteles o trenes, hay mucho espacio libre, y cuando has hecho ya tu trabajo, te has ocupado del rival, de tu equipo, cuando todo está bien, queda un tiempo para estas cosas.
-Pero sin relacionar sus libros con el fútbol...
-Sólo uno de los libros, que es un poco autobiográfico, para los niños, es de fútbol ('La Prueba').
-¿En las dos semanas que lleva aquí le ha dado tiempo ya a empezar algún nuevo libro?
-No no. Sería un inconsciente, porque tengo tanto trabajo por hacer y haciendo... Si me dedicara ahora a escribir sería un inconsciente. Tengo un trabajo muy bonito, apasionante, por delante. Hay que buscar el mejor rendimiento de los jugadores, porque pienso que cuando un futbolista no da el cien por ciento es un fracaso del entrenador. Y en eso estamos.
-Además del fútbol y escribir, ¿tiene alguna afición más?
-Sí, obviamente leer, porque, de lo contrario, sería imposible escribir. Veo series, más que nada porque mi mujer las pone cuando no hay fútbol en la tele.
-¿Tiene alguna serie favorita?
-Me gusta que sean de misterio como 'Los anillos del poder'. Me gusta todo aquello que permite que se te olvide que sube el gas, que la cesta de la compra está muy cara... Eso es maravilloso.
-¿Le atrae la política? ¿Qué haría ahora si fuese presidente del Gobierno?
-No no. No me quiero meter en esos charcos, porque siempre he tenido claro que lo mío es el deporte, estar con gente joven... No deja de ser un espectáculo, distraer a la gente, pero llevar un país me parece muy complicado.
-¿Se ha venido solo a Málaga?
-Solo no voy a ningún lado. Mi hija tiene ya 34 años, por lo que vuela sola. Voy con mi mujer a todos sitios, y antes también lo hacía mi hija. Soy muy familiar, Creo que eso ayuda mucho.
-¿Conocía ya Málaga?
-Sí, la conocía como turista y las veces que vine por el fútbol.
-¿Conoce algo ya de la ciudad? ¿Tiene ya algún rincón favorito?
-Me gusta el Centro. En Navidad estuve aquí, por la calle Larios. Me encantó. También he estado en la Semana Santa. Tenía claro dónde quería vivir, y estoy muy cerca de la Plaza de Toros.
-Parece claro que le gusta vivir la ciudad desde el centro.
-Soy urbanita, me gusta vivir la ciudad, en el centro. Y sentir a la gente. Pasa de todo...
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