El Málaga no reacciona y cede un empate en La Rosaleda

Antonio Góngora

Sábado, 20 de junio 2020, 18:56 | Actualizado 23:45h.

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Todo sigue igual para el Málaga. El equipo blanquiazul no reacciona ante el modesto Extremadura y cede un empate en La Rosaleda en un partido trascendental. Exhibió de nuevo sus carencias cara al gol, aunque se adelantó por medio de Sadiku en una buena primera parte, en la que dominó por completo a su rival. Pero se vino abajo en el segundo periodo tras los cambios y seguramente también por el cansancio que iba apareciendo con el paso de los minutos.

El Málaga bajó el rendimiento y encajó el gol en una acción a balón parado. Y sólo era capaz ya de reaccionar en acciones aisladas, sin gran convicción. El punto, pese a todo, permite a los blanquiazules, mantenerse en una posición similar, pero amenazados por las plazas de descenso y por una competición a la que siguen sin adaptarse por completo después de tres partidos y dos puntos sumados.

Pellicer sólo hizo el cambio obligado del expulsado Keidi, pero apostó para reemplazarlo por el ofensivo Hicham. Buscó el máximo equilibrio con los hombres que dispone y retocó la fórmula de juego para adaptarse al partido. Y el equipo blanquiazul funcionó bien desde el primer instante con una solidez defensiva suficiente y con continuas y peligrosas salidas al ataque. De hecho, Hicham tuvo dos opciones claras para marcar en los siete minutos iniciales.

Pese a que el Extremadura siempre quiso trenzar su juego, sus acciones morían al llegar al área malaguista. La superioridad blanquiazul era clara en el centro del campo, mostrando más creatividad y profundidad que su rival gracias a varias acciones de Juanpi (estuvo a punto de marcar en un lanzamiento directo de falta), las entradas por las bandas y el protagonismo de Sadiku, que siempre quería recibir el balón. Tuvo una primera ocasión en un remate de cabeza que se le fue alto. Pero al albanés le llegó la segunda oportunidad y entonces no falló, estaba en el lugar adecuado, tras una acción y un centro perfecto de Tete. El delantero golpeó muy cerca de la línea de gol para adelantar a su equipo y sumar la duodécima diana de la temporada.

Siguió el control malaguista en otra noche sin público, sin calor, en La Rosaleda. Aunque sonaron los cánticos de los aficionados por la megafonía del estadio. La superioridad se mantenía y el cuadro de Almendralejo no creaba peligro, salvo su única ocasión del primer periodo en un disparo de Nono al que respondió Munir a su mejor nivel. El guion blanquiazul se estaba cumpliendo, lo que le permitía respirar con cierto alivio, a la espera de una segunda parte en la que el equipo extremeño, en la zona baja de la tabla, tenía que reaccionar.

El triunfo por la mínima, sin embargo, aportaba intranquilidad a los malaguistas, sobre todo tras ser sustituido Luis Muñoz con problemas físicos. Entró Boulahroud y Adrián retrasó algo más su posición (también se incorporó Renato). Pero los cambios no aportaron los resultados pretendidos y el Extremadura comenzó al volcarse sobre la meta de Munir hasta que, tras una falta innecesaria y que quizás no existió de Juan Carlos, Zarfino empató de cabeza al superar a los defensas. Eran los peores momentos del Málaga. Pero los minutos pasaron y todo siguió igual pese a las aproximaciones en ambas porterías.