Acabó la Liga, acabó la Champions y el Madrid, campeón. Sin Mbappé pero con Benzemá y Vinicius. Y Courtais, que lo para todo. Con ese ' ... crack' que siempre ha parecido imprescindible para ganar en Europa sin pararnos a pensar que ya lo teníamos en casa, léase Madrid o Barcelona. Lionel Messi y Cristiano Ronaldo han sido durante muchos años la sal y pimienta del cocido futbolístico de la Liga española. Venían a ser algo más que sus propios equipos, Barcelona y Madrid. Pero el tiempo y los contratos, sobre todo, deshicieron la pareja, yéndose uno y otro en busca de nuevos aires que, por cierto, no han soplado bien en sus respectivas y envidiables carreras. Tanto el argentino como el portugués son conscientes de que ya han iniciado su declive, pero con un montón de balones y botas de oro en sus vitrinas, que ya es un consuelo.
El fútbol mundial, por tanto, busca nuevos dioses que incentiven y potencien a los equipos millonarios, pero no existe 'material' adecuado a esas pretensiones y el único jugador pretendido, Mbappé, ha dado la nota con un serio desplante final al Real Madrid. Haaland, ese noruego que podía entenderse como único competidor entre tanto dimes y diretes se lo llevó Guardiola y, por tanto, cabe preguntarse: ¿hay por ahí algún otro jugador con la categoría de los citados Ronaldo o Messi? Los clubes poderosos los vienen buscando desde hace algún tiempo, aunque por una u otra razón fallan en sus hallazgos. Son los casos de Bale y de Hazard, de Coutinho y Dembelé, de Luis Suárez y algunos otros que, además, están muy por debajo de la ansiada condición de 'crack'. Indagando en la lista de disponibles queda Lewandowski, que no se sabe dónde pueda acabar. La realidad es que, actualmente, los considerados intocables brillan por su ausencia. Y los clubes están escaldados de tantos millones invertidos en jugadores que no dan la talla y, en algún caso, incluso ajeno a su equipo. Por eso es más positivo pensar que los cracks los tenemos aquí.
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