Delmás: «A mí no me gusta perder ni cuando juego a las cartas con mi novia»

-Empecemos por la pregunta que se hace la mayoría. ¿Logrará salvarse el Málaga?

-Nosotros, los jugadores, somos los que más creemos. Tenemos plena confianza en que lo vamos a conseguir. Entiendo que la gente tenga muchas dudas, pero en el vestuario estamos muy unidos.

-Esto es lo que dicen todos sus compañeros, pero el mensaje ya no convence. No terminan de saber explicar por qué no funciona el equipo. ¿Cuál es el problema?

-Al final lo bonito del fútbol es que nunca sabes lo que va a pasar. Te puedes enfrentar a rivales más superiores y ganarles, y al revés. Buscar qué pasa... pues yo creo que muchas veces es cuestión de detalles. La Segunda es una Liga tan igualada que los partidos se deciden por cosas pequeñas. Pienso que competimos bien, pero en las dos áreas no estamos siendo mejores. Eso va mermando la confianza, y sin ella no podemos dar el máximo nivel.

-¿Piensa entonces que el rendimiento está muy por debajo?

-Está claro. Hay jugadores de mucho nivel y por distintas razones no se está dando lo que se esperaba. Creo que todo el mundo está de acuerdo en que hay futbolistas con mucha calidad, pero a veces las cosas no salen bien. No todos los años son buenos para los jugadores y hay muchas cuestiones que no permiten dar lo mejor. Dicho esto, confío en que vamos a lograr el objetivo.

-¿Qué soluciones hay?

-Estamos cogiendo las ideas del nuevo míster poco a poco, aunque es cierto que vamos contra el reloj porque necesitamos resultados positivos cuanto antes.

-¿Cuáles son esas ideas?

-Puedo decir que con el míster estamos entrenando mucho en función del rival al que nos vamos a enfrentar. Nos está ayudando para buscar los puntos débiles del contrario. Pero también en cubrir los nuestros. Pienso que tenemos pegada, pero hay que jugar mejor para que los atacantes tengan más ocasiones.

-¿Cómo vivió el último fin de semana con el batacazo ante el Oviedo?

-Son situaciones jodidas. Durante la semana teníamos muchas esperanzas en sacar el partido contra el Oviedo, pero no pudimos. El fin de semana fue complicado esperando los partidos de los rivales, y por suerte esos empates nos dan más vida porque seguimos a dos partidos de distancia. Eso es muy importante. Ahora tenemos que ir a Albacete a ganar y ya. Si te paras a pensar y a hacer números... Creo que es mejor no hacerlo. Pienso que algún equipo de los que están un poco por encima ahora se van a acabar metiendo en la zona de abajo. Espero que nosotros también logremos encadenar dos victorias seguidas.

-¿Es posible abstraerse de la situación? El cambio de entrenador y la salida de Manolo Gaspar...

-Es complicado. Son cosas duras y se monta mucho jaleo. Pero es que al final esto es un gran club y es una situación normal de una ciudad futbolera como Málaga. Es entendible que la gente reclame mucho más. Si algo he aprendido con el paso de los años es que la concentración es fundamental para competir bien.

-¿A nivel interno les transmiten la gravedad de la situación?

-En este vestuario hay jugadores con mucha experiencia y sabemos que la situación es muy jodida. El equipo está muy unido y mentalizado de conseguirlo, aunque no lo parezca.

-En el juego no se percibe tanto esta unión. Hasta el entrenador resaltó la falta de conexión.

-Es que es muy complicado jugar en esta situación. Cuando te metes ahí abajo es porque algo no funciona. Y aunque empecemos a sacar la cabeza y las cosas vayan a mejor, hay una renta de puntos y una presión que hace que se junte todo y pese. Eso provoca que en muchos momentos lo que antes era fácil ahora sea más difícil.

-Los jugadores están también señalados. En el último partido fueron la diana de los cánticos.

-No es de buen gusto escuchar esos cánticos. No me gusta que me griten «mercenario» porque no hay ningún mercenario. De verdad que veo muchas ganas de salir de esta y cuando te cantan es jodido. Pero como futbolistas también hay que entender a la afición porque esperan más y no se lo estamos dando. No damos espectáculo ni con juego ni con resultados. Es normal que estén molestos. Los jugadores tenemos que asumirlo, pero también debo decir que si la afición está de nuestra parte todo será más fácil. Y creo que ahora no es momento de buscar culpables. Para buscar culpables ya habrá tiempo. Ahora lo que necesitamos es estar más unidos que nunca todo el mundo hasta el final, y que pase lo que tenga que pasar.

-La sensación es que no terminan de ganarle a nadie, aunque les falte poco. Supongo que esto también les toca el orgullo.

-Claro. Al final todos los que estamos hemos llegado a futbolistas profesionales porque somos personas muy competitivas. A mí no me gusta perder ni cuando juego a las cartas con mi novia. No quiero perder nunca, como ninguno de mis compañeros. El otro día, cuando perdemos, yo y todos nos fuimos a casa jodidos.

-A nivel particular, lleva varias jornadas sin participar, ¿cómo se encuentra?

-Estoy bien, ya recuperado. Cuando me lesioné noté un latigazo en la rodilla y se trataba de un esguince del ligamento interno. La semana pasada ya entré en la convocatoria y para esta semana estoy al cien por cien. Yo estoy para jugar y quiero jugar.

-Ya se cumple casi un mes y medio desde su fichaje por el Málaga. ¿Cómo fue?

-Estaba siendo un año complicado para mí después de las expectativas que me generé tras hacer una gran temporada en el Cartagena. No tenía los minutos que quería, lo hablé, acababa contrato y salí muy fácil. Luego, ni cuenta de la rescisión allí y la llegada al Málaga porque fue muy rápido. Conocía a Rubén Castro, Gallar y Febas. Pero en Segunda nos conocemos casi todos. Me lo han puesto muy fácil, también los empleados, y ya estoy totalmente integrado.