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Stuani celebra su gol, el único del partido. Girona FC
Los delanteros vuelven a suponer la diferencia

Los delanteros vuelven a suponer la diferencia

Stuani definió en su única ocasión, mientras el Málaga volvio a ser víctima de su falta de atacantes puros por su nefasta planificación

Domingo, 1 de septiembre 2019, 22:07

El Málaga jugó sin delanteros y el Girona, con un Stuani que viene de marcar diecinueve dianas en Primera División la temporada anterior. Ahí estuvo la diferencia. El uruguayo no necesitó más: la que tuvo, tras un fenomenal pase de Borja García, la embocó entre los tres palos con precisión y con la consulta a la sala del VOR, que durante más de dos minutos mantuvo en suspense a toda la parroquia presente en Montilivi.

Las áreas marcan la diferencia en el fútbol y qué decir cuando un equipo se ve obligado a dar la talla en las tres primeras jornadas ligueras sin un solo delantero específico. Precisamente las huestes de Víctor ya sufrieron el talento de Rubén Castro hace una semana y ayer se las tuvieron que ver el Málaga quizás con el mejor artillero de la categoría, Stuani, llamado a ser decisivo esta campaña después de haber renovado hace días hasta 2023. Juan Carlos Unzué jugó a despistar el sábado en su rueda de prensa: «Será difícil que pueda estar para noventa minutos, porque no ha tenido ritmo de competición». Al final el 'charrúa lo jugó todo y ejecutó al Málaga, en el que una vez más tuvo que ser Adrián (el único jugador que ha visto puerta en estas tres jornadas) el que se moviera en la zona de vanguardia. En el segundo tiempo Víctor dio instrucciones a Hugo para que apareciera en zonas interiores en situaciones ofensivas, pero al final del choque la producción atacante fue paupérrima, reducida a un tiro lejano de Renato y a otro al lateral de la red de Juanpi.

Sin certezas

Ni siquiera el pundonor fue suficiente para el Málaga ayer. No lo es cuando la compleja situación deportiva e institucional del club de La Rosaleda ha dejado la plantilla muy maltrecha a escasas horas de que se cierre el mercado. Tampoco hay certezas a día de hoy de que el equipo pueda encarar lo que queda de primera parte del campeonato con un 'nueve' puro. Pero tampoco el equipo confeccionado hasta ahora tiene que ver en absoluto con los planteamientos de la dirección deportiva.

Observar los banquillos del Málaga y el Girona ayer lleva a descubrir que hay un escalón importante ya si se compara el del cuadro que entrena Víctor con conjuntos recién descendidos de Primera y con una superioridad económica, gracias al fondo de compensación económico de LaLiga. Nada que ver con lo que sucedía el curso pasado.

El Girona estaba con Ramalho, Mojica, Jozabed, Samu Sáiz, Diamanka y Jairo Izquierdo, frente a un Málaga con dos canteranos (Luis Muñoz y Ramón, que en su entrada al campo en el segundo tiempo fue de los mejores), con otros dos jugadores que no entraban en los planes de la temporada como Rolón y Keko, más un central recién salido de una lesión (Lombán) y un jugador en una clara crisis de confianza (Dani Pacheco).

Esta vez Víctor sí que agotó el cupo de sustituciones (ante Las Palmas sólo hizo un cambio), pero no empezó a mover el banquillo hasta casi veinte minutos para el final, en un síntoma de desconfianza, y la entrada del cambio postrero, Keko, fue en el 88 y para hacer de falso lateral por la derecha. Por contra, la aparición de Dani Pacheco y, sobre todo, Ramón, le dieron más manejo de balón al equipo, aunque no fue suficiente para sumar un punto.

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