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Javi Jiménez despeja un balón de cabeza en el partido contra el Cartagena. AGENCIA LOF

La defensa, el mayor fiasco de la planificación del Málaga

El equipo hace aguas en la retaguardia, se ve mermado por continuos errores de bulto y adolece de falta de alternativas de garantía

Viernes, 4 de noviembre 2022, 18:59

El Málaga es colista por muchos motivos, pero lo que volvió a quedar en evidencia en la última derrota, frente al Cartagena, fue la debilidad de su defensa, que destaca por ser el mayor fiasco de la planificación de la plantilla para esta temporada. El equipo hace aguas en la retaguardia, se ve mermado por continuos errores de bulto y sufre la falta de alternativas de garantía.

Ya no es una cuestión de número de efectivos –que también porque faltan laterales–, sino de la fiabilidad de estos fichajes, que tras un primer tercio de competición han confirmado las sospechas que había sobre ellos en cuanto a su historial de lesiones y de rendimiento en los últimos años.

Se ha convertido en habitual que el Málaga se desmorone en cada partido a partir de un fallo grosero en área propia y que acaba por echar a perder todo el esfuerzo y el trabajo previo. No debe de ser casualidad. Tras catorce jornadas, el Málaga no ha podido definir una zaga reconocible y que transmita seguridad, tanto dentro como fuera del terreno de juego.

Al principio de temporada se achacó a las numerosas lesiones y a tener que sacar a jugar siempre una defensa de circunstancias, pero con el paso de las semanas se puede comprobar que esto va camino de ser un lastre para toda la temporada. Y eso se debe exclusivamente a una pobre gestión de la dirección deportiva blanquiazul, que acumula una larga lista de defectos sobre su plan para la defensa del Málaga en la presente campaña.

La polivalencia, un fracaso

Estos defectos son la falta de competencia en los laterales, la apuesta por jugadores en duda por su físico, la excesiva confianza en canteranos y una presumible menor inversión en la defensa con respecto al ataque. La primera de estas deficiencias que se alertaron fue en relación a sus flancos, que fiaron casi en exclusiva a Juanfran por la derecha y Javi Jiménez por la izquierda. No llegan a tener un competidor claro por el puesto y ha supuesto un problema para el equipo y los propios jugadores.

A partir de aquí se puede empezar a tirar del hilo hasta dar con la mayoría de los males con respecto a esta demarcación que se antoja fundamental en una categoría como Segunda División, donde los clubes que triunfan lo hacen basándose en la fortaleza de su línea defensiva. Uno de los argumentos del Málaga para justificar la falta de laterales fue la polivalencia de los fichajes de Bustinza y Ramalho. Pero lo cierto es que ambos jugadores no han demostrado estar en condiciones.

Ni en cuanto a su físico, al estar más tiempo lesionados que disponibles, ni en cuanto a nivel competitivo en los pocos minutos que han disputado (340 en cinco partidos Bustinza y 272 en cuatro encuentros Ramalho). Y no es una sorpresa porque ambos jugadores ya traían una dinámica negativa. Bustinza, que firmó un contrato de tres años por el Málaga, hasta 2025 (a sus 30 años), rescindió del Leganés porque su ciclo allí se había acabado después de acumular lesiones y no tener continuidad (791 minutos el curso anterior en 14 partidos, sólo seis completos).

Bagaje nada alentador

En cuanto a Ramalho, apenas compitió en el último año y medio por una lesión de gravedad en Osasuna. Sólo disputó seis partidos, tres de ellos de Copa del Rey. Un bagaje nada alentador y sólo justificable con un plan de recuperación a largo plazo y que no sirve cuando los téoricos titulares no dan la talla tampoco. La pareja Burgos-Juande se ha quedado, de momento, en el limbo y Escassi ha tenido que servir de remiendo.

Porque la idea de apoyarse en la cantera no ha podido salir peor al sufrir las lesiones de larga duración de Moussa, Murillo y Víctor Olmo. Y también ha sufrido molestias Andrés Caro. De ahí que viniera Lumor de urgencia y se contratase fuera del mercado de fichajes. Aunque su primer partido lo jugó como extremo y no es un secreto que defender no es su fuerte. Si bien Pepe Mel insistió desde su llegada en la importancia de la defensa para crecer, el Málaga está atrapado en ese punto.

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