El Málaga se exhibe en Gijón para despedir el año con su primer triunfo a domicilio (1-3)

Destacaron en esta ocasión los delanteros. Primero fue Baturina el que sorprendió con un golazo, un tanto de primer nivel, pero es que en los últimos minutos le tocó el turno a Dioni, recién salido al campo, que se exhibió con otros dos tantos, un doblete que coincidió con su 35 cumpleaños. El Málaga se adelantó en dos ocasiones y remató la faena en el periodo de descuento, demostrando que sigue creciendo en busca de su consolidación en la categoría. Una gran noche.

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El Málaga suma ya 30 puntos, los deseados internamente por todos, y se marcha de vacaciones navideñas con los deberes hechos y la máxima tranquilidad clasificatoria. Ahora puede, incluso, mirar hacia arriba, aunque no sea, en principio, su objetivo. Y todo ello con el mercado invernal casi abierto y a expensas de que pudiera llegar algún fichaje que reforzara el equipo para la segunda vuelta.

Pellicer hizo los cambios mínimos, unas pequeñas rotaciones en la zona defensiva. Apostó por la continuidad para el último compromiso del año, el de la despedida también de la primera vuelta del campeonato. Y tampoco hubo variaciones en cuanto a sensaciones en el arranque del choque: control del juego del Málaga, disponiendo de la posesión, pero sin oportunidades y con escasas aproximaciones de relevancia. Su rival, sin embargo, se acercaba con más peligro. De hecho, antes del primer cuarto de hora, Herrero tuvo ya que exhibirse en dos ocasiones, sobre todo una de ellas, para evitar que se adelantara el Sporting. Fueron dos paradas salvadoras.

La presión del Málaga en todas las líneas impedía maniobrar a un Sporting que pretendía adueñarse del balón y del juego, pero el ritmo del cuadro de Martiricos era frenético e incómodo para cualquiera. Con el paso de los minutos el balón se alejaba poco a poco de las áreas, hasta que Larrubia lo intentó en un lanzamiento que despejó Yáñez (era la primera oportunidad visitante). El trabajo táctico estaba funcionando en ambos conjuntos, lo que reducía sustancialmente el juego en las áreas y dominaban los defensas sobre los delanteros.

El despliegue físico era nuevamente espectacular en un partido cada vez menos vistoso. El choque estaba por resolverse en todos los sentidos. Todo quedaba para la reanudación, y nada más comenzar esta se rompieron todos los maleficios: Baturina marcó un golazo. La pegada y el acierto aparecieron nuevamente para que el delantero pudiera abrir el marcador en los primeros segundos tras el descanso. El tanto, como era de esperar, animó al Sporting.

Era necesario para el Málaga mantener el ritmo, sin encerrarse. El cuadro asturiano subió sus líneas, la intensidad, la presión y buscó de una forma más decidida la meta de Alfonso Herrero. De hecho, muy pronto estrelló el balón en el larguero en dos ocasiones. Era un nuevo reto para los hombres de Pellicer, que estaban por delante gracias a un golazo de Baturina. Esperaba media hora para un nuevo encuentro, con planteamientos distintos.

El ataque local iba a más con el paso de los minutos y el Málaga se defendía cada vez con más dificultad. Y tenía que llegar la jugada polémica, con el VAR de por medio. Desde la sala VOR llamaron al árbitro para que viera una posible mano de Manu Molina. El colegiado consideró que era penalti, mientras que el jugador aseguraba que le golpeó el balón en el hombro. Al final fue señalado. Campuzano hizo el lanzamiento y Herrero lo paró, pero el rechace lo volvió a coger el jugador local para empatar.

La situación se había complicado para los hombres de Pellicer, pero en apenas cuatro minutos fueron capaces de ponerse de nuevo por delante por medio del recién entrado Dioni en una acción en la que superó al defensa y cruzó el balón para marcar. Pero hubo más para el delantero, pues el día de su cumpleaños conseguiría otro tanto, el tercero del Málaga, para cerrar el triunfo de una forma brillante en una acción parecida en la que el malagueño demostró su calidad. Era la primera victoria del equipo de Martiricos a domicilio.