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El Málaga intentó reforzarse hasta el final del mercado de fichajes, que se cerró ayer para las operaciones entre clubes. Nada impide a las entidades seguir fichando jugadores sin equipo ahora y quizás este caladero pueda ser una opción para el conjunto blanquiazul después de quedarse sin Juanjo Narváez a última hora, quien apuntaba a ser la decimocuarta cara nueva.
Aunque desde las oficinas de La Rosaleda contaban con un principio de acuerdo con el Zaragoza para su contratación, el Valladolid se lo arrebató a pocas horas del final del periodo de transferencias. Esto significa que Alfred N'Diaye queda como el último fichaje del Málaga en el recién clausurado mercado de fichajes de verano.
El centrocampista senegalés, que ha aterrizado de nuevo en el equipo blanquiazul como una contratación estelar, firmó su nuevo contrato en la mañana de ayer, realizó su primer entrenamiento con el grupo y por la tarde su operación fue validada por LaLiga e inscrito en competición.
En su anuncio, el club informó de que el acuerdo con N'Diaye es por las próximas dos temporadas, hasta junio de 2024. Hoy será presentado en la sala de prensa de La Rosaleda junto a sus nuevos compañeros Hervías y Fran Villalba, que fueron fichados hace varias semanas pero aún no han tenido su puesta en escena ante los medios de comunicación.
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De esta manera, arranca la segunda etapa de N'Diaye en la disciplina blanquiazul, donde ya militó en la campaña 18-19. Esta vez firma como jugador libre tras rescindir recientemente con el Al-Shabab saudí. Su desembarco ha vuelto a disparar la ilusión en la parroquia malaguista y es una muestra más del crecimiento del club con respecto al verano pasado.
REVOLUCIÓN
El presupuesto se ha elevado considerablemente (ha conseguido elevar su límite salarial hasta los 8,2 millones de euros) y esto le ha permitido fichar jugadores más contrastados. En total son 21 efectivos profesionales los que forman una plantilla totalmente reformada y en la que sólo continúan ocho jugadores de la pasada campaña.
Una revolución para dejar atrás un curso nefasto. Pero el Málaga estuvo a punto de empezar septiembre con 22 jugadores si le hubiera salido el fichaje de Juanjo Narváez, quien venía para elevar el nivel de la banda izquierda, un objetivo de la dirección deportiva en el tramo final y que por el momento no ha logrado satisfacer a no ser que acuda al mercado de efectivos libres, que es más escaso.
Narváez fue la apuesta del Málaga para reforzarse en la última jornada, pero volvió a sufrir un nuevo revés parecido al que ya le ocurrió con el intento de incorporar a Ontiveros el verano pasado, quien acabó también yéndose a Osasuna para intentar competir en la máxima categoría.
Fue otra vez víctima de la búsqueda desesperada de un equipo de Primera. Esto dinamitó la operación, que se llegó a encarrilar con un acuerdo entre el Málaga y el Zaragoza para la llegada de Narváez a La Rosaleda mediante un traspaso a coste cero y el compromiso de abonar una cantidad obligatoria en el futuro en el caso de ascenso.
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