Cenk Gonen, la moneda de cambio por Kameni que no jugó un solo minuto

SUR ya apuntó desde el primer momento la peculiaridad de la contratación de Cenk Gonen. Su fichaje se producía para sustituir a Kameni después de haber disputado en las cinco temporadas anteriores... ¡sólo cinco partidos! Ni en el Besiktas ni en el Galatasaray, club del que procedía, había tenido la más mínima continuidad. El 19 de julio de 2017, a la hora del almuerzo, el Málaga hacía oficial su incorporación por tres temporadas.

El fichaje de Cenk tuvo un trasfondo que pronto desveló este periódico. El club había decidido antes de concluir la temporada la salida de Kameni. Este culpó al entrenador, Míchel, pero la situación venía de lejos, desde el mismo momento en el que Juande Ramos presentó su dimisión. Como explicó SUR, este lo hizo después de que el entonces director deportivo, Francesc Arnau (ya fallecido), no hubiera tomado cartas en el asunto después de que el camerunés argumentara en la víspera del partido de Copa en La Rosaleda contra el Córdoba que estaba enfermo cuando la misma mañana, ya con la convocatoria dada, se ejercitó con normalidad. El club intentó a la desesperada que el técnico diera marcha atrás con la promesa de que Kameni dejaría el club, pero la postura del manchego era firme. Luego, el día de la despedida de este en el vestuario, el único ausente de la plantilla era precisamente el portero, que había prolongado sus vacaciones unos días más pese a que Juande no le había dado permiso para ello (ni a él ni a ningún otro de sus compañeros).

La decisión del Málaga estaba más que tomada en mayo, pero las dificultades para colocar a Kameni fueron enormes. Hasta que un agente, Ahmet Bulut (con su agencia, Foot&Ball), consiguió unas excelentes condiciones económicas para él en el Fenerbahçe. Y como contraprestación, en un cambalache del que ya se hizo eco SUR, llegó Cenk Gonen.

'El portero fantasma' (así lo bautizaron sus compañeros en el vestuario) confirmó en pretemporada los peores presagios. En los sesiones preparatorias con Paco Ruiz no dio la talla y algún miembro del cuerpo técnico mantuvo durante unos días la esperanza de que fuera más un 'portero de partidos' que un 'portero de entrenamientos'. Ni eso. En los amistosos ofreció un nivel bajísimo. Pero ese apodo al que se alude al comienzo de este párrafo obedece a que el turco ofreció una actitud pasota como malaguista. Ni se inmutó cuando se vio superado por Andrés Prieto (el titular indiscutible era Roberto) y luego llegaron las idas y venidas, repentinas apariciones, problemas físicos, 'espantás' poco justificadas... El club miraba hacia otro lado hasta el punto de que nadie podía asegurar a ciencia cierta dónde se encontraba. A los pocos meses fue descartado, después se marchó a su país por una lesión, luego se le perdió la pista...

El verano siguiente, gracias a la mediación de su agente, se hizo cargo del 80 por ciento de su ficha un equipo de la segunda categoría turca, el Eskisehirspor, pero una sanción de la FIFA impidió que pudiera ser dado de alta. Cuatro años y medio después otro club es sancionado por el máximo organismo futbolístico, el Málaga, debido a un impago por aquel fichaje que fue una moneda de cambio y que ni llegó a debutar como blanquiazul en partido oficial.