El 'caso Al-Thani', con más retrasos seis meses después de declarar el jeque

Los tiempos judiciales son lentos, como se conoce, lo que alarga el proceso y lleva a la desesperación a muchos de los afectados y, sobre todo, a la afición malaguista, que ahora tiene el temor de un descenso probable a la tercera categoría del fútbol español. El propio administrador del Málaga, José María Muñoz, reconoce una vez tras otra que esperaba estar un año o poco más, pero todo se ha ido complicando y acumulándose la actividad judicial. La demora fundamental llegó, sin duda, por la imposibilidad de que declararan los investigados (el jeque y sus hijos Nasser, Rakan y Nayef) tras la querella que interpuso en su momento la Asociación de Pequeños Accionistas (APA), pero otras cuestiones del procedimiento también han ido contribuyendo antes y después para extender la instrucción del caso.

El último acto de esta larga historia hay que buscarlo en la 'vistilla' que se celebró el pasado viernes. En el punto de mira estaba la administración del Málaga y, sobre todo, la de las empresas de Al-Thani. Algunas de las partes personadas piensan que debería separarse el control del club de las otras sociedades intervenidas. BlueBay, por su parte, apuesta por eliminar ya la administración judicial del Málaga. De ahí que la jueza los citara a todos ellos para debatir este importante asunto. Y ahora tendrá que ser la Fiscalía quien se pronuncie, pues no pudo estar presente en esta cita. Cuando disponga la magistrada de todos los argumentos tomará una decisión al respecto.

¿Cuáles serán los siguientes pasos? Parece claro que cualquier movimiento quedará pendiente de la aparición de las peticiones que consideren oportunas las partes, la fiscal o la propia jueza, además de las piezas paralelas relacionadas con el procedimiento y las investigaciones que están en curso o pendientes de algún dato final. De ahí que, una vez superados todos estos condicionantes, llegará el momento del cierre de la instrucción con el informe final sobre las acusaciones, lo que llevará entonces el proceso hacia un juzgado de lo penal o directamente a la Audiencia Provincial (en este caso si se observan indicios de algún delito de gran gravedad, como sería el blanqueo de capitales).

Paralelamente existe un escollo más en el procedimiento, aunque no impidió la celebración de la mencionada 'vistilla', como es la reciente renuncia de la defensa de los Al-Thani. De esta manera, en el caso de que el jeque y sus hijos no nombren nuevos abogados, la jueza o la siguiente instancia que se haga cargo del caso tendrá que designar un letrado de oficio para que pueda intervenir para ofrecerles garantías procesales. Es probable, como en la anterior oportunidad, que el margen se lleve hasta el límite y se acumulen en algún momento nuevos retrasos.

Mientras se libra esta batalla por la vía penal y otra en el Supremo por la civil, el Málaga continúa intervenido y a expensas de cómo quedará en un futuro su propiedad. En principio, su dueño sigue siendo Al-Thani. Y lo sería también en el caso probable de que el alto tribunal desestime el recurso presentado para impedir el reparto de las acciones con BlueBay. El jeque sólo se quedaría en minoría en el caso de que pierda los títulos de NAS Football, que, según la Policía, fueron comprados con dinero del club de Martiricos (cerca del 1 por ciento del total). También puede verse afectado por el impago de la fianza, siempre que se decida posteriormente en un juicio, pues tiene embargadas todas sus propiedades en España de forma preventiva (aquí se encuentran también su parte de propiedad del club).