Las últimas horas del voto por correo en Málaga
Cientos de votantes acudieron ayer a las oficinas postales a entregar su papeleta y apurar un plazo que, al final, se alarga hasta este viernes a las 14 horas
Ángel Gallardo
Viernes, 21 de julio 2023, 00:32
Centenares de malagueños acudieron ayer a las oficinas de Correos para recoger su 'pack electoral' y entregar el voto en las últimas horas habilitadas para ... este proceso, antes de que se conociese la decisión de la Junta Electoral de prorrogar el plazo hasta este viernes a las 14.00 horas.
Así transcurrió la jornada en la oficina central de Correos en la capital malagueña:
Son las 11.00. El lugar está tranquilo. Elena espera su turno para ser atendida. «Estoy trabajando y ahora mismo es cuando he podido cuadrar el horario para votar», asegura la joven, que solicitó el voto por correo la semana pasada. «Es muy necesario que no gobierne Vox, por eso estoy aquí», dice. Alicia es de Madrid, pero está veraneando en Málaga y pidió recoger aquí su 'pack' para votar a distancia. Está preocupada porque aún no lo ha recibido, y eso que lo solicitó en junio. Tras unos pocos minutos esperando, es su turno. Le cuenta su situación a un empleado, que se ausenta un momento.
«Me da rabia porque, como me quede sin votar, sería la primera vez que no votase», cuenta. El trabajador vuelve con un sobre en la mano. Es el pack de Alicia. «No había especificado el piso», le explica. Parece que el cartero, ante la falta de información, dejó el paquete en la oficina postal. «¡Eres un mago!», responde ella. Todo se queda en un susto.
Siguen llegando votantes. «Lo normal es no planear nada la jornada electoral, pero ahora parece que está más fácil, más normalizado», cuenta Míriam. Es de Málaga, pero ha hecho planes para el 23J y ha aprovechado este método para poder ejercer su derecho a voto sin que eso le impida disfrutar del fin de semana.
La mayoría de los ciudadanos se sorprende, muchos pensaban que se encontrarían colas interminables, pero no está siendo así. «Esperábamos que esto estuviera mucho más sobrecargado», reconoce Miguel Ángel, que se acaba de mudar a Málaga pero aún no está empadronado en la capital, lo que lo llevó a solicitar el voto por correo.
De vez en cuando se acumula gente y se llenan los pocos asientos de la primera planta, pero el equipo descongestiona la oficina con solvencia. En los momentos más tranquilos, cuando no hay casi nadie, solo se escuchan sus voces:
— Escúchame, el voto de Úbeda ha llegado, eh.
— Y el de Melilla.
— ¿El de Melilla ha llegado?
— ¡Sí! Hasta el último momento hay que confiar.
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