Otra temporada negra para la producción de aceite en Málaga
La cosecha de 2023/2024 se estima en 31.000 toneladas, un 2,3% más que la pasada campaña, pero un 45,5% menos que los últimos cinco años
El aceite es un alimento básico en la cultura mediterránea. En el último año se ha convertido, sin embargo, en un artículo de lujo. Precios ... por encima de los diez euros por litro llevan a la incredulidad a los consumidores. En este contexto, las primeras previsiones oficiales de la Junta de Andalucía para la campaña del olivar 2023/2024 no ofrecen esperanzas para pensar en un abaratamiento a corto plazo. Al revés, invitan al pesimismo, al dibujar otra temporada negra para la producción de aceite en la provincia de Málaga. Para esta campaña, se estima en 31.000 toneladas. Un incremento del 2,3% con respecto a la temporada anterior pero muy inferior a unos guarismos deseados por el sector olivarero. «Es una mejora dentro de la ruina», señala Benito Avilés, presidente de la cooperativa de Campillos.
El leve aumento de la producción que se proyecta para esta campaña queda en nada si se amplía el foco. Las 31.000 toneladas se traducen en una caída del 45,5% en comparación con la media registrada los últimos cinco años. El factor determinante para una campaña que de nuevo se prevé desastrosa sigue siendo la sequía. Según se precisa por parte de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, las lluvias a finales de primavera y a principios de verano sirvieron para mejorar el tamaño de las aceitunas, aunque de manera insuficiente.
«Venimos de campañas muy malas. La sequía está siendo un problema estructural y afecta a los olivos. Las próximas semanas son clave. Si no llueve, podemos quedar incluso por debajo de lo que marcan los aforos. El olivo aguanta hasta mediados de septiembre, pero, a partir de entonces, los árboles necesitan agua», explica el presidente de Asaja, Baldomero Bellido. Las esperanzas de una bajada de precios, añade, quedan diluidas a corto plazo. «Vamos a seguir pagando precios altos por el aceite», lamenta.
Los expertos y las voces del campo coinciden en que la próxima cosecha volverá a ser ruinosa para el sector. Perfecto Matas, propietario de una finca en de olivos en la zona de Antequera, lo resume de la siguiente manera: «Las previsiones son algo mejores que la temporada pasada. Pero si el año pasado tuvimos la peor cosecha del siglo, ahora tendremos la segunda peor». Confirma que el olivar está seriamente afectado por la falta de agua y precisa que el «estrés hídrico» que sufren los árboles provoca una cadena en reacción. «Los olivos están menos cargados, eso significa también que necesitamos menos jornales para la recolecta», añade.
La preocupación por la situación también se extiende a la esfera política. Los tiempos de disimular o apelar a tiempos mejores son historia del pasado. Prueba de ello, el análisis que hace la consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, al asegurar que la producción de aceite en Andalucía está quedando muy condicionada por el «cambio climático». Aunque los datos de previsión son mejores que la temporada pasada, las voces autorizadas de la consejería admiten que siguen siendo malos.
El olivo es un árbol acostumbrado a altas temperaturas y ausencia de precipitaciones. Pero la prolongación inusual de los meses de sequía están rompiendo el ciclo natural de los olivos. Para una buena cosecha, es imprescindible que llueve mucho a principios de año para que se puede desarrollar bien la flor. El fruto, después del verano, tiene que recibir agua suficiente. Como muy tarde, en los meses de octubre y noviembre. Algo que no ha sucedido.
Andalucía
No es solo la provincia de Málaga. El panorama se percibe con negatividad en toda Andalucía. Si la producción de aceite tiene un motor, éste hay que buscarlo en Jaén. Las 215.000 toneladas mejoran las 200.000 de la temporada pasada, pero representan un 52,8% menos que la media de los últimos años. Eso implica una caída generalizada de la producción a nivel andaluz que se percibe en el resto de las provincias. Málaga se encuentra en quinta posición en comparación con las demás provincias. Cierra Cádiz, con una producción estimada de apenas 7.100 toneladas.
Las previsiones meteorológicas tampoco invitan al optimismo. La lluvia, aunque llegue, lo hará tarde. «Vamos a una producción igual de mala que el año pasado. La aceituna está arrugada y no presenta el tamaño adecuado», señalan a SUR fuentes de Dcoop. El último fin de semana no ha hecho más que aumentar el desasosiego. Las previsiones de lluvia para la provincia de Málaga no han dejado las esperadas aguas. Solo 1,5 litros por metro cuadrado.
Evolución de precios
El precio del aceite de oliva seguirá por las nubes. Así lo confirman todas las fuentes del sector consultadas, señalando a la sequía como causa de unos precios que han convertido este producto en un artículo de lujo. El precio del aceite de oliva se disparó en agosto un 52,5% respecto al mismo mes de 2022, en su mayor subida interanual en 21 años, según datos de la estadística del IPC publicada este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Desde marzo de 2021 hasta agosto de este año, el precio del aceite de oliva se ha encarecido un 114,8%, es decir, más del doble. Esta tendencia de una fuerte subida de precios se mantiene hasta el momento. La organización de consumidores Facua advirtió recientemente de que, al margen de la sequía, los elevados precios también tenían detrás la especulación. En un reciente estudio realizado por Facua, la misma botella de aceite de oliva virgen extra puede llegar a costar un 45% más en función del establecimiento. Dicho informe se basa en el análisis de 144 variedades de 50 marcas diferentes a la venta en ocho grandes superficies.
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