Susana Díaz reaparece como 'pagista'

Javier Recio

Málaga

Domingo, 25 de febrero 2024, 01:00

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Andan las cosas revueltas en el PSOE tras el ridículo resultado que ha obtenido en las elecciones de Galicia, que le han dado un balón ... de oxígeno a Feijóo cuando parecía que podrían ser su tumba política. El avispero socialista se ha agitado con el de siempre, Emiliano García Page, que no ha dudado en manifestar que se alegraba de la victoria de Alfonso Rueda porque eso significaba que no ganaba Puigdemont, teniendo en cuenta que el BNG es una formación independentista a la gallega. Hasta aquí todo más o menos normal, pues el dirigente castellano manchego es el único que se atreve a levantar la voz a Sánchez. Quizá sea porque es el único líder territorial que trasciende a la marca, que es lo que pide el presidente del Gobierno. Lástima que el único que tenga es el que le lleva la contraria y califica de barbaridad la ley de amnistía que intenta sacar a toda costa el Ejecutivo socialista. La gran sorpresa postelectoral ha sido Susana Díaz, que no estaba muerta, que estaba de parranda televisiva. La expresidenta andaluza está pasando su travesía del desierto política de una manera amena, participando en programas de televisión como colaboradora en plan distendido y la verdad es que tiene madera para ello. También sigue manteniendo un pie en la política, pues le dieron una patada hacia arriba como se suele decir al nombrarla senadora por designación autonómica, que está bien, pero que en cualquier momento puede ser destituida si saca los pies del tiesto. Esa espada de Damocles la tiene la trianera, que hasta el momento había sido muy disciplinada y no había sacado el ariete contra Sánchez. Sin embargo, Susana Díaz enseñó la patita esta semana y de una manera suave soltó varias puyas contra la actual dirección del PSOE. Vino a decir que el actual PSOE no tiene un proyecto nacional, pues está obsesionado con contentar a Cataluña y a los otros territorios históricos, o sea, País Vasco, Navarra y Galicia, donde tiene un discurso que chirría en el resto de comunidades autónomas. Ahí están los resultados electorales en estas comunidades que certifican el papel de segundón de los socialistas. También se lamió sus heridas cuando soltó que la dirección, o sea, Sánchez, tiene apartados a los críticos (o sea, a ella), a los que pierden las primarias, con lo que se está provocando un cisma en el seno del PSOE. Y además lanzó otro recado pensando en su compañero de partido en Andalucía, Juan Espadas, que le ganó las primarias aupado por el aparato sanchista. Susana Díaz le metió el dedo en el ojo al asegurar que se puede tener el respaldo orgánico y sin embargo no tener liderazgo social. Blanco y en botella. ¿Se habrá dado por aludido Espadas, que sacó el peor resultado de la historia del PSOE en Andalucía? Con este paso, Susana Díaz se reivindica como un activo en el partido que está a la espera de que llegue su momento. Lenguas que no sabe si son de doble filo socialistas apuntan que la andaluza y Page mantuvieron un encuentro anterior a las elecciones generales para ver cómo actuaban ante una debacle que finalmente no se produjo, por lo que tuvieron que seguir resguardados en sus cuarteles generales. Quizá vean que próximamente, tras las elecciones europeas que pueden suponer otro varapalo para los socialistas, sea el momento de mover ficha. El problema para Susana Díaz es que no tiene ejército que la siga, porque a nivel orgánico todos los susanistas se pasaron al sanchismo sin rechistar. Aunque en política todo puede cambiar, pues nadie pensaba que Susana Díaz iba a caer en desgracia de una manera tan abrupta entre sus compañeros. Ya se sabe que en ese ámbito, todos acuden en auxilio del vencedor. Ella de momento ya se ha posicionado como una 'pagista' de pro, que es el único que le puede disputar el poder a Pedro Sánchez llegado el caso de unas cuantas derrotas electorales más. Ya están convocadas las europeas, las vascas y próximamente serán las catalanas. Díaz tendrá que decidir en ese momento si da el salto de los platós a las sedes socialistas.