Los proyectos para solucionar la escasez de agua en Málaga, atascados

Sobre la bocina de la sequía las fuertes lluvias de la primavera, con hasta 200 litros por metro cuadrado acumulados, permitieron levantar el freno al regadío de la Axarquía el pasado 1 de junio. Pero no ha habido mejoras sustanciales y el nivel de La Viñuela es bajo, por lo que volverá a haber problemas si no llueve de forma copiosa el próximo otoño.

En Málaga, las zonas más afectadas son las comarcas de Antequera, Nororma y la Axarquía, y para paliar esta situación, que afecta a numerosas poblaciones y a los cultivos de subtropicales, la Junta planteó años atrás tres medidas: el trasvase desde el embalse de Iznájar, en Córdoba; la mejora de la interconexión entre las cuencas del oeste y el este y la extracción de agua de tres pozos en el río Chíllar, en Nerja. Pues bien, ninguna de ellas está actualmente operativa, y hasta ahora sólo se han producido avances sobre el papel.

Más allá de las recientes polémicas políticas en torno a proyectos como el de Iznájar, la situación real que se vive en muchos municipios la resume Benjamín Faulí, técnico de Asaja: «Hasta ahora no se ha visto ninguna mejora del abastecimiento ni del suministro, sino que gracias a las últimas lluvias han subido la concesión, aunque a niveles ridículos. Esperamos que este otoño vuelva a llover porque si no tendremos otras vez restricciones».

La Consejería de Agricultura y Desarrollo Sostenible ha declarado de interés autonómico 17 infraestructuras hidráulicas en zonas de Andalucía que sufren problemas históricamente. En Málaga están contemplados los proyectos más importantes, pero para su ejecución se prevé un marco temporal de hasta seis años. Por tanto, habrá que seguir mirando al cielo y rogando para que no falte el agua. La Viñuela dispone de poco menos de 64 hectómetros cúbicos y está por debajo del nivel del año anterior, por lo que a partir de octubre podrían volver los recortes.

El trasvase de Iznájar se ha convertido en uno de los principales motivos de conflicto entre la Junta y el Gobierno central. Tras recibir el estudio de viabilidad y la memoria justificativa del proyecto remitido por la Consejería de Agricultura y Desarrollo Sostenible, en el Ministerio para la Transición Ecológica se limitan a informar de que «se procederá al análisis», en especial de la necesidad del recurso en los municipios afectados; y «la compatibilidad de la transferencia con la planificación hidrológica del Guadalquivir». Esto es, en Madrid no parecen ver la urgencia de esta actuación para 12 pueblos malagueños.

Los fondos necesarios, 50 millones de euros, ya están consignados en la Consejería de Agricultura, y según la delegada del Gobierno, Patricia Navarro, la inversión está a falta de que el Gobierno de la nación lo apruebe en el Consejo de Ministros. Serán un total de 4,89 hectómetros cúbicos, muy poco comparado con el volumen que almacena la presa cordobesa (408 Hm3). «Lo hemos pedido por activa y por pasiva, y de repente ha desaparecido de la agenda política del partido socialista y del Gobierno de la nación», critica.

El diputado socialista por Málaga Nacho López coincide en la preocupación por las carencias en esta zona y lo considera «el problema más urgente», por lo que confía en que la iniciativa saldrá adelante con la colaboración del Gobierno central y la Junta. En cambio, se muestra contrariado por la defensa que ha hecho el Ejecutivo andaluz de una planta embotelladora en la Sierra de Camarolos, cerca de Villanueva del Rosario, que finalmente la empresa promotora ha descartado. «Un trasvase genera conflicto y me preocupa el mensaje de que se iba a embotellar el agua». Entretanto, unos 80.000 habitantes seguirán sufriendo restricciones este verano.

Fue un compromiso personal de Juanma Moreno al poco de alcanzar la presidencia de la Junta, pero de momento sigue en el dique seco. Los Presupuestos de 2019 ya incluyeron 1,4 millones de euros para el trasvase de agua excedentaria desde la costa occidental hacia la oriental, mediante la ampliación de la capacidad del bypass de Churriana, para llevar agua de La Concepción a la Axarquía.

Este año se ha perdido la primera oportunidad de haber aprovechado unos importantes excedentes del embalse costasoleño, que terminaron en el mar. A finales de abril, tras un episodio de intensas precipitaciones tuvo que desaguar hasta 2,28 Hm3, que habrían sido muy bien recibidos en el otro extremo de la provincia.

El proyecto completo está valorado en unos 140 millones de euros y fue consensuado años atrás por Acosol, Emasa y Axaragua. Su finalidad es aumentar la capacidad de las actuales conducciones de abastecimiento, que discurrirán por el mismo trazado. Sobre la primera fase, que será financiada con fondos Feder, el delegado de Agricultura, Fernando Fernández Tapia-Ruano, se muestra optimista y asegura que está a punto de ser adjudicada, tras el parón de la crisis sanitaria. Los trabajos tienen un plazo de unos ocho meses.

El responsable también trae buenas noticias sobre la puesta en servicio de los pozos del río Chíllar, en Nerja, ejecutados entre 2017 y 2018 con el objetivo de aportar entre siete y nueve hectómetros cúbicos al año, lo que permitirá preservar las reservas en La Viñuela. «Están casi a punto», asegura. La Autorización Ambiental Unificada ya está aprobada y se ha presentado toda la documentación en el Ayuntamiento. «Estamos esperando que nos den la autorización, en contacto permanente con el alcalde (José Alberto Armijo), y muy pronto vamos a tener noticias positivas», afirma. Toca seguir esperando... y mirando al cielo.